(Extrapolación, con pretensiones reflexivas, y con el propósito de percibir qué impresión causaría si lo mismo que está haciendo el feminismo radical lo hiciese un supuesto «Movimiento Masculinista»)
Está de moda el Movimiento Masculinista. Por supuesto, nos autodefinimos como progresistas y de izquierdas, lo cual nos blinda y protege contra cualquier ataque verbal de cualquier tipo y, así, podemos desacreditar a cualquiera que nos critique, tildándole de fascista.
En “El Movimiento Masculinista”, luchamos por la igualdad real entre hombres y mujeres. Para que tengamos, todos y todas, los mismos derechos y oportunidades.
Hay muchos hombres que son asesinados por mujeres, por el simple hecho de ser hombres, y los medios lo silencian, así como los partidos políticos. Mujeres del Matriarcado que matan a hombres (cuando analizan y se dan cuenta de que un hombre es un hombre), y sólo por el mero hecho de ser hombres.
Para lograr una verdadera igualdad, en nuestra lucha contra el maltrato matriarcadista, vamos a crear una “Ley de Violencia Contra los Hombres”, y vamos a conseguir que muchas mujeres inocentes vayan a la cárcel, mediante denuncias falsas (por rencor, despecho e interés tras una ruptura de pareja), y los hombres que realicen denuncias falsas de maltrato, contra mujeres, no recibirán el más mínimo castigo, porque, si se les castigara, disminuirían las denuncias por maltrato, y eso no es lo que queremos.
Una ley que permita que, en las separaciones y divorcios, los hombres se queden con las casas, coches y custodia de los hijos, y que reciban, por parte de las mujeres, una pensión mensual. Todo ello es fundamental para una verdadera justicia social, ya que “El Movimiento Masculinista” lo que pretende es una igualdad verdadera entre hombres y mujeres.
¿Por qué nos denominamos “Movimiento Masculinista” y no “Movimiento para la Igualdad de Derechos para Todo Ser humano”?, pues porque da igual el nombre, lo que importa es que “El Movimiento Masculinista” lucha por una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, para acabar con la tiranía del Matriarcado, que conspira contra los hombres para matar a los hombres, sólo porque son hombres.
Si una mujer intenta ligar con un hombre o le mira de forma que le haga sentir incómodo podrá ser denunciada por “maltrato matriarcadista”, con graves multas e incluso penas de cárcel. Igualmente, si un hombre se siente cansado de una relación con una mujer e intenta cortar, y ella trata de convencerle de que no se vaya. Si, en una pareja, una mujer tiene mal humor, por temas hormonales, el hombre podrá denunciarla por “maltrato psicológico matriarcadista”. Si los vecinos escuchan alguna discusión en que una mujer grita a su pareja, deberán llamar la “policía igualitaria, contra el maltrato matriarcadista” y llevar a la mujer, a prisión, inmediatamente. El hombre víctima de su pareja tendrá derecho a un abogado gratis, que lo primero que le dirá es que denuncie a su maltratadora, y podrá quedarse con la casa, el coche, etc., y, de tener hijos, con la custodia de los mismos, así como a una pensión vitalicia.
“Te creemos, hermano”, hagas o que hagas, digas lo que digas y seas quien seas. Los hombres siempre dicen la verdad, por lo que, en cualquier juicio, serán, automáticamente, creídos, y las mujeres no. Las mujeres no tienen derecho a la presunción de inocencia, y tienen que demostrar su inocencia, porque “El Movimiento Masculinista” lo que quiere es la verdadera igualdad entre hombres y mujeres.
Vamos a silenciar los datos de suicidios de mujeres, porque queremos igualdad real.
Escogeremos un día, para declararlo día del “Movimiento Masculinista”. Escupiremos e insultaremos a las beatas que vayan a misa, para demostrar nuestro compromiso con la igualdad de derechos.
Necesitamos más y más subvenciones, para “El Movimiento Masculinista” por parte del Gobierno central y los Gobiernos autonómicos
Hay demasiadas mujeres en las Universidades, estudiando, y una minoría de hombres, por lo que hay que legislar para que haya una paridad entre hombres estudiantes y mujeres estudiantes.
“El Movimiento Masculinista” postula que los hombres son siempre buenos y no matan a nadie, sino que son las mujeres las que matan, a hombres y niños, y son, todas, violadoras y asesinas… al servicio del malvado Matriarcado.
Que ¿por qué la Fundación Rockefeller, las organizaciones de George Soros, la ONU (cuya sede fundacional en Nueva York fue donación de terreno de los Rockefeller), la Unión Europea, el Banco Mundial, etc., apoyan y subvencionan “El Movimiento Masculinista”? Bueno, pues… ¡Ejem! Somos de izquierdas, progresistas y guays, y eso es lo que importa, no si servimos a intereses de “El Gran Capital” para la confrontación y miedo entre hombres y mujeres, con objeto de contribuir a una disminución reproductiva de “la chusma”.
Vamos a abrir las fronteras del país, a la invasión… Perdón., estooo a laaa inclusión de personas extranjeras. Que los datos arrojan que el mayor alto tanto por ciento de agresiones de mujeres contra hombres son de extranjeras, lo silenciaremos, porque eso sería racismo. Lo que importa es demonizar a las mujeres blancas del propio país, para justificar la existencia de nuestras Consejerías de igualdad masculinista.
Hay que deconstruir a las mujeres, para que sean menos femeninas, y parezcan marimachos, en aras de la Democracia y los derechos de todos.
“El Movimiento Masculinista” dominará los Ministerios y Consejerías para una verdadera igualdad entre hombres y mujeres, en cada nación, comunidad autónoma y ciudad, y estaremos a cargo de la Cultura. Sólo se premiarán, en los certámenes y concursos, las obras literarias que hablen sobre los temas que propone “El Movimiento Masculinista” y con el enfoque que “El Movimiento Masculinista” impone.
Que todo ello suena un poco totalitario. Imposible, eso son ataques de la derecha mediática y de la ultraderecha, porque “El Movimiento Masculinista” sólo pretende la verdadera igualdad entre hombres y mujeres, en un mundo inclusivo, solidario y justo para todos. Alguien que se autodefine de izquierdas es guay, siempre, y quien critique cualquier cosa que diga o haga alguien que se autodefine como “progresista” es un fascista de ultraderecha. Toda crítica a cualquier cosa que pensemos, digamos o convirtamos en Ley será considerada delito de odio, y censurada en las redes sociales.
¡Vivan los Rockefeller y George Soros! ¡Digooo… “Viva el Movimiento Masculinista”.
AnDrés KniGhtWooD 