El imperialismo angloyanquisionista se aseguró, con la farsa de la transición, que hubiese una “izquierda” descafeinada que no diese demasiados problemas y permitiese aparentar que había una pluralidad democrática.
El PP es tan lamentable como su patética música electoral, y, más que un partido, parece sacado de una mala película de mafiosos de serie B; y no es de derechas, pues no está contra el aborto, ni defiende, verdaderamente, lo tradicional, y, en los temas que interesan a la Plutocracia globalista, vota lo mismo que el PSOE, en España y en la Unión Europea.
La socialdemocracia europea ha sido otra farsa, manejada desde el propio Sistema, al servicio de esos mismos poderes e intereses del «Filantrocapitalismo eugenésico». El Partido Socialista nunca ha sido ni socialista, ni obrero, y, ya, no es ni español. Es una organización criminal encubierta.
El eurocomunismo y el carrillismo fueron útiles al Sistema y a los poderes financieros que dominan USA, para evitar que un comunismo más auténtico pudiese ofrecer alguna solución útil a la sociedad, que pudiese dejar en evidencia el modelo capitalista imperante. Julio Anguita, ha sido de los pocos políticos que, verdaderamente, tenían intenciones honestas de servicio público; el resto, de todo el arco político, han sido y son esbirros de los intereses de las Grandes finanzas internacionales y meros títeres y actores en una gran obra de teatro, para desgracia de los pueblos.
La palabra progresista es la palabra mágica que utilizan todos los que quieren aparentar estar en el lado de “los buenos”, cuando lo progre es simplista y patético. Lo progre, en los años 80, se basaba, meramente, en escuchar música de Ana Belén y de Joaquín Sabina, votar a Felipe González y actuar como si no hubiesen existido más poetas que Lorca. Para ser un pijo del PP, bastaba con ponerse un niki con un logotipo consistente en la imagen de un cocodrilo.
El colmo del esperpento lo constituyen muchas personas del mundo del famoseo y del espectáculo, esbirros del Sistema, que presumen de izquierdistas y comunistas, cuando viven como pijos y se disfrazan de activistas, para recibir el aplauso fácil. Marionetas, hipócritas, del Sistema capitalista y de quienes lo manejan. Mundo hipócrita de chaqueteros y arribistas, de quienes se arriman al ascua que más calienta, en cada momento, como quedó patente en la transición, cuando, en los años 60 y 70 del siglo XX, había millones de franquistas, en España, que, mágicamente, al fallecer Franco, se convirtieron en “demócratas”.
Los progres viven en su burbuja de los años 30 y el posterior franquismo, lo que les permite sentirse víctimas, y, por tanto, “buenos”. Viven en su burbuja de Lorca y de las 13 Rosas y, en su mundo fantasioso, del que no salen, cuando Franco murió hace mucho y han pasado casi 100 años desde aquel mundo, infantil y falsamente, idealizado de la República de izquierdas, y el mundo es completamente diferente.
Y, en sus mundos de ensoñación, siguen sin entender que, desde buena parte del s. XX, las grandes familias “filantrópicas” dueñas del petróleo, la gran Banca, la gran Industria…, desde USA, han ido colocando a sus peones en las cúpulas de diversos partidos políticos y han manejado la política internacional a su antojo, así como la ONU, a la que contribuyó la Fundación Rockefeller a crear.
Cuando, para parecer bueno, alguien, un grupo o una institución, no se siente suficientemente legitimado por sus propias acciones, sino que requiere mantener obsesivamente viva la imagen de un oficialmente declarado malo (y muerto muchos años atrás), para, por contraste, parecer “buenos”, es que muy bueno no se es. Cuando se llega al extremo de tener que utilizar ese recurso psicológico para engañar y blanquearse, es que la calaña de quien lo utiliza es bastante deplorable.
Esa obsesión de la falsa izquierda española, o izquierda descafeinada capitalista al gusto e interés del Imperialismo angloyanquisionista, por mantener viva la figura de Franco, como método para, por contraste, sentirse buenos, cuando a la mayoría de los españoles Franco les importa un carajo, puesto que bastante tienen con lograr sobrevivir cada mes, es algo patético.
Es sorprendente ver cómo puntos de vista que, antiguamente, eran consideradas de derechas, ahora son defendidas por las supuestas izquierdas y viceversa.
Se decía que Franco tenía muy buena relación con «los países árabes», y no tanto con Israel. Resulta que, ahora, los partidos de derechas son, fanáticamente, proisraelíes y los de supuestas izquierdas (aunque alardeen de ateísmo), promusulmanes, olvidando las barbaridades (asesinatos y violaciones) que norteafricanos del ejército franquista perpetraron contra «izquierdistas».
Los partidos políticos autodenominados de derechas defienden las mismas políticas, a la hora de la verdad, en los temas que interesan al «Gran Capital», que los partidos supuestamente socialdemócratas. Todo es farsa e hipocresía, y lo peor es que muchos no son capaces de ver la realidad tras las falsas apariencias, y siguen alimentando el frentismo social entre disyuntivas que no son sino las dos caras de la misma moneda.
En Europa, en USA…. no hay verdadera izquierda, ni verdadero Comunismo, sino muchos y muchas a quienes les gusta jugar a ser de “izquierdas”, porque está más de moda y mejor visto, y pueden sentirse que están en el lado correcto y acallar sus conciencias; pero, a sabiendas o sin darse cuenta, según los casos, defienden una falsa izquierda, completamente descafeinada y traidora, que obedece todas las agendas manipuladoras del «Gran Capital» y del Imperialismo angloyanquisionista. Y tienen el descaro y la desfachatez de tachar de fascistas a verdaderos comunistas patriotas, que defienden a sus pueblos, y que saben cómo «El Gran Capital» orwelliano, falsamente filantrópico y eugenésicamente neomalthusiano engaña y manipula las naciones, colocando a sus agentes al frente de las mismas.
El lúcido erudito José Miguel Villarroya, comunista, que vivió 4 años en la RDA, ha dado testimonio acerca de la propaganda falsa occidental contra la URRS y países comunistas de Europa del Este. Denuncia la falsa izquierda occidental y al Filantrocapitalismo que maneja a los corruptos e hipócritas dirigentes políticos de las naciones «occidentales». El Frente Obrero, igualmente, denuncia a la falsa izquierda progre y woke de las naciones europeas, USA, etc., así como la propaganda falsa contra Stalin, etc., que se ha inculcado en las naciones capitalistas.
Aunque no se sea comunista, ni se pretenda implantar regímenes comunistas, hay que saber la verdad y conviene conocer, de una vez, qué medidas políticas funcionaban bien, para el bienestar de las gentes, en ciertos países comunistas, en el siglo XX, antes de la caída de la URRS. Saber la verdad es lo que importa, no tratar amoldar la realidad a los propios prejuicios, sean del lado que sean. ¿De qué sirve vivir en la mentira?
¿Qué pasó con toda la izquierda antiglobalista de las protestas de Seattle, etc., de finales del siglo XX y principios del siglo XXI, que compartía sus críticas contra el Nuevo Orden Mundial con personas de derechas que no querían saber nada del PP? ¿Cómo es que, “mágicamente”, la izquierda antiglobalista se ha transformado en una falsa izquierda globalista, woke y filofilantrocapitalista cuyas políticas son calcadas a las del Foro de Davos y la Open Society de la familia Soros? ¿Cuántos miles de millones de dólares ha costado esa transformación mágica de 180 º?
Algo sorprendente, al moverse por Internet, en la primera década del siglo XXI, era ver cómo coincidían en sus pensamientos contra el Nuevo Orden Mundial, muchas personas catalogadas de ultraizquierda (o sea, a la izquierda del PSOE) y catalogadas de ultraderecha (o sea, a la derecha del PP), en España, y algo similar en otros países. El «Gran Capital» no podía permitirlo, y sus agentes fueron corrompiendo a cierta gente para colocarlos al frente de una «nueva izquierda» y darle «la vuelta a la tortilla».
De modo que transformaron una combativa izquierda antiglobalista y antinwo (anti nuevo orden mundial) en una patochada woke, políticamente correcta no binarie, que se apropió del 15 M, para cargárselo; se apropió del feminismo, para cargárselo… y se dedicó a hacer leyes con apartados injustos, absurdos y de desigualdad, para dar tan mala imagen de la «izquierda» (falsa izquierda), que cada vez más gente no quiera saber nada de ellos, de modo que sus batacazos electorales se han convertido en norma.
El 15 M fue secuestrado, y manipulado, como todo movimiento social. Los promotores de las “sociedades abiertas” de George Soros han colocado a sus peones en los partidos supuestamente de más a la izquierda, que, en vez de defender a los trabajadores, se han convertido en una “izquierda de bragueta” (como decía un experto real, no los falsos expertos de las engañosas tertulias televisivas), cuya principal obsesión es mirarse cada mañana y cada tarde, y preguntarse, si en ese momento, se autoperciben hombres, mujeres, de género fluido, no binaries o de cualquiera de los más de 100 absurdos géneros que los tecnócratas de la ONU, al servicio de los falsos filántropos ultracapitalistas, se han inventado, para reírse de los incautos y tomar el pelo a quienes se tragan el wokismo que viene de las Universidades de USA., diseñado por el Filantrocapitalismo que domina Occidente. Demencial wokismo con propuestas tan disparatadas que ponen en evidencia a una falsa izquierda que ha entrado en una deriva suicida, dando la impresión de que los mediocres líderes políticos del wokismo y la “ideología de género” son elementos vinculados a la derecha e infiltrados para desprestigiar y destruir a la autodenominada izquierda política.
Diseñada obsesión por la autopercepción sexual (que tratan de que se extienda, como un virus, en las escuelas, confundiendo a los niños, en edades que son para jugar y aprender), como si ésa fuese la prioridad nº 1 de una sociedad que lo que quiere es poder vivir en paz; tener una vivienda digna; tener para comer hasta fin de mes; que dejen de robarles y de hacerles la vida imposible los canallas políticos gobernantes de turno …
¿Y, aún, son tan cínicos que se preguntan por qué sufren, cada vez, mayores batacazos electorales? ¿Han hecho algo contra la banca y por los temas que, verdaderamente, preocupan a la mayoría de la población? El porcentaje de personas trans era mínimo, hace años, y según ellos, el tema trans es la prioridad número 1 de los pueblos; pero el porcentaje ha ascendido considerablemente en niños y adolescentes, después de crearles una confusión tal y volverles “locos”, de tal manera, que ya no saben si son niños o niñas.
Falsa izquierda que se dice feminista, pero que hace la vista gorda a las numerosas violaciones, agresiones y asesinatos, que aumentan con las oleadas de extranjeros. Falso feminismo manipulado y dirigido en la dirección que interesa a la Open Society, el Foro de Davos y los falsos “filántropos” del “Gran Capital”.
Falso Ecologismo del Foro de Davos, monarquías, Corporaciones, Instituciones globalistas que se han apropiado del mismo para usarlo contra el pueblo, al que acusan de todos los males, cuando son ellos, el Poder real, por encima de los gobiernos (meras comparsas) los culpables de lo desastroso que es este mundo, con un nivel de corrupción inimaginable.
Cuando vivía Hugo Chávez, decía muchas verdades, independientemente de cuál fuese, verdaderamente (más allá de las mentiras de la propaganda occidental) la realidad social del país. Denunciaba los crímenes del Sionismo, a George Soros, al FMI, a G. Bush, a las organizaciones de USA que se arrogaban el derecho de decidir el nivel «democrático» de los países y de demonizar a quienes no se doblegaban al lmperialismo yanqui, etc. «Malas» son las naciones que quieren sus recursos naturales para el bien de sus ciudadanos. En esa época, Rafael Correa, en Ecuador y Hugo Morales en Bolivia, hicieron políticas para el beneficio de sus pueblos. Estaban en contra de la ldeología de género, y del wokismo, Fueron atacados por las falsas izquierdas europeas, por sus miserables medios de comunicación y faranduleros «izquierdosos» varios. Ineptas exministras zapateriles del PSOE fueron colocadas, con buenos sueldos, en la ONU y enviadas a Latinoamérica, con el propósito de corromper a las genuinas izquierdas populares y meterles, poco a poco, el «caballo de Troya» de la «Ideología de Género». Finalmente, el Imperialismo yanqui, con sus armas electromagnéticas o con alguna sustancia provocó la muerte de Hugo Chávez y el país entró en una espiral de corrupción y decadencia, siendo Maduro cómplice de las inyecciones masivas plandémicas. Hugo Chávez confió en los médicos cubanos. Hay quien afirma que, de Cuba, se originó su letal enfermedad, con apoyo de USA. Hay medios técnicos para dañar la salud de alguien que molesta e incluso de inducirle un infarto.
Los Kirschner, en Argentina, han sido, siempre, una falsa izquierda corrupta, lacaya, al igual que muchos otros altos dirigentes de países latinoamericanos, de Susan Segal y la Americas Society fundada por David Rockefeller.
Y supuestos izquierdistas españoles que aparentaban sintonía con Hugo Chávez (que hablaba contra George Soros), resulta que actúan como agentes de Soros y del Foro de Davos, defendiendo la Agenda 2030 y todos los proyectos sorosianos (de «sociedades abiertas») de destrucción de las naciones y de la familia.
Los países comunistas, siempre han sido patriotas y han defendido a su propia gente, frente al exterior. El falso izquierdismo progre, woke, actual, que sirve (al igual que el PP, y sus aliados en Europa) al Foro de Davos, a la Open Society de la familia Soros, a la Fundación Rockefeller, etc., que están detrás de la Agenda 2030, tiene un complejo histórico y un odio hacia la propia historia del país y hacia sus propias gentes. Falsa izquierda que no defiende a los trabajadores, ni hace nada contra la tiranía financiera, sino que es una marioneta del «Gran Capital», convertida en una pantomima.
Según los agentes del «Gran Capital»: los corruptos al servicio de la Open Society, etc., hoy, casi todo ser humano que no obedezca sus dictados es un «fascista». «Fascista» es el sambenito con el que se trata de desprestigiar a todo disidente contra esta tiranía plutocrática que se ha apoderado de partidos de izquierda, de derecha y nacionalistas.
Alguien, en una red social afirmaba una verdad que cada vez más personas van entendiendo: Ni los partidos que se autodefinen de izquierdas son comunistas (al contrario de lo que voceros de la derecha tratan de hacer creer), ni el PP (y partidos similares en Europa) es de derechas, ni VOX (y otros partidos similares en Europa) es fascista.
Ser una persona normal de toda la vida: heterosexual, blanco… que defiende a su país y a sus gentes, raíces y tradiciones… como eran muchas personas, también, en la URRS, etc., resulta que, ahora, es ser un superfascista. Hay que ser mujer negra-no binarie-musulmana-okupa para no ser “fascista”. Fascistas eran Mussolini y sus seguidores. Usar una palabra a diestro y siniestro para denostar a casi toda la sociedad, sólo consigue desvirtuar el significado de dicho término y acabar dejando en evidencia y en ridículo a aquellos que la utilizan y que, además, no tienen ningún argumento político que no sea otro que insultar con tal calificativo.
Esos que sólo saben llamar fascistas y negacionistas a quienes denuncian las artimañas del «Gran Capital» son los verdaderos fascistas y negacionistas, que ni se enteran, ni quieren enterarse (o lo saben muy bien, porque actúan, desde los sillones de la política, como agentes capitalistas encubiertos), cómo actúa el Poder Real, que maneja las Instituciones.
No hay justicia social; la gente no vive bien, esquilmada por la clase política (que se sube sueldos y se concede sueldos vitalicios) y siendo atacada con cada nueva ley; la Democracia es una farsa; la Banca nunca es reformada para el bien común; la salud está secuestrada por grandes corporaciones cuyos lobbys tienen comprada a la clase política y se persiguen los remedios eficaces, baratos y naturales, que no interesan al lucro de los accionistas de la Big Pharma.
Poder real que paga a una cohorte de traidores y criminales palmeros televisivos y supuestos «expertos», para polemizar y demonizar a quienes se oponen a las paranoias mediáticas al servicio de los intereses de reducción poblacional, que es la obsesiva prioridad de la Plutocracia internacional.
Y, para colmo, los «malos» son considerados quienes tratan de advertir y proteger a la población de los ataques de los que está siendo objeto.
Estamos asistiendo a un exterminio en masa, que la mayoría tiene pánico a aceptar, perpetrado por poderes disfrazados de antinazis, en el colmo del cinismo criminal más absoluto. Comida basura, con productos cancerígenos. Productos y tecnologías cancerígenas diversas, con la aprobación de la clase política, que no hace nada para proteger a la población, porque la reducción poblacional es la «Religión» de quienes detentan el poder real.
Y, para remate, tratan de desprestigiar a los verdaderos disidentes, calumniándoles: fachas, negacionistas…, para que los pueblos no escuchen sus advertencias y no puedan defenderse, al no reconocer a sus verdaderos enemigos y verdugos.
-Que los políticos se inyecten, ellos, y a sus hijos y familiares, las inyecciones.
-Que los políticos, banqueros, agentes de la Open Society… acojan, ellos, en sus casas, terrenos y chalets a los inmigrantes.
-Que los políticos se coman, ellos, la comida basura, los transgénicos, los insectos y la carne artificial de impresoras 3 D.
-Que los políticos se encierren, ellos, en ghettos de 15 minutos, sin poder salir de las ciudades.
-Que los políticos, sufran cuarentenas y alarmas sociales, sólo ellos, encerrados en sus casas, para proteger al resto de la población de sus prácticas criminales y corruptas.
-Que los políticos vayan a Ucrania, a lamer las botas a Zelensky y a luchar en primera fila, contra Rusia, y que paguen, ellos, a los españoles, los gastos de la subida de precios de la luz y alimentos.
-Que los políticos no tengan acceso a la sanidad presencial, atendidos, sólo, por teléfono.
-Que los políticos no respiren, para evitar que emitan C02 y provoquen una catástrofe climática.
-Que los políticos se cambien de género, con operaciones en las que se les mutile sus genitales, para que sean felices y sean hormonados, de por vida, convirtiéndoles en clientes vitalicios de la Big Pharma.
-Que los políticos no tengan hijos, debido a su afición desmedida por los abortos.
-Que los políticos anulen sus sueldos vitalicios y los donen a los más pobres del país.
-Que los políticos que aman la eutanasia, como son una carga para la sociedad, la experimenten en carne propia, dando ejemplo y así ayudarán en la lucha contra el «cambio climático» al reducirse las bocas que alimentar.
Seguro que, como los políticos son tan, tan, tan buenas personas y se preocupan tantísimo por nosotros, harán todo eso y más, pero… ellos; no nosotros. Que nos dejen en paz. Que nos dejen vivir y vivir en paz.
Si la Verdad triunfase, sería imposible construir, en cada nación, tantas cárceles para meter a tantos millones de traidores, genocidas, cómplices y «avestruces» que esconden la cabeza para no ver la realidad.
La especie humana está siendo atacada, por tierra, mar y aire con diversas sustancias nocivas a corto y largo plazo: en el agua, en el aire, en los alimentos, en los dentífricos, en fármacos, en las inyecciones. Sin hablar del armamento convencional, en guerras perfectamente evitables; incendios provocados y catástrofes naturales provocadas o exacerbadas con armamento de última generación. Una guerra del Poder contra sus propios pueblos, porque su única patria es el Capital y su Dios: Lucifer, al que veneran en sus oscuras sociedades secretas, en fechas concretas, en ciertos palacios y grandes mansiones rodeadas de vastos terrenos, lejos de la vista del vulgo. Desafortunadamente, no es Ciencia Ficción, ni una pesadilla, sino la cruda realidad, dura de aceptar para quienes tienen pánico a que se desmorone todo aquello en lo que creían. Sin valor para ver, no hay vida ni esperanza de defensa y contraataque posible.
No pueden vencer a una sociedad de millones de personas bien informadas y que no estén dispuestas a seguir siendo víctimas de un Sistema mafioso y genocida, ni a ser ovejas pasivas en un matadero. Los animales salvajes se defienden ante un ataque, pero muchos supuestos humanos actúan como ovejas de corral, o sólo se enervan en eventos deportivos o contra enemigos incorrectos o de poca monta. Si has sido adoctrinado con tanta falsa propaganda mediática y cinematográfica que no sabes distinguir a tus verdaderos enemigos, a quienes «mueven los hilos» por encima de los gobiernos (títeres y cómplices), estás muerto.
¡BASTA YA!
Unos dicen que el Comunismo es algo muy altruista, pero que nunca se podido implementar bien y otros que el Capitalismo es muy positivo pero que nunca se ha aplicado bien. Ni Capitalismo, ni Comunismo. Fuera de packs ideológicos, cada tema hay que tratarlo de forma particular, de forma sensata y los dirigentes tienen que tener una combinación de altos niveles de Conciencia y de conocimientos, así como saber rodearse de «los mejores» en cada terreno.
Representantes populares individuales, no pertenecientes a ningún partido político, corporación, o institución ligada a estructuras corruptas de poder, que aunasen valores y conocimientos, deberían estar al frente de los pueblos, en Consejos de gobierno, como los Consejos de ancianos de la Liga de los Iroqueses. Los mejores, no los más mediocres y corruptos, deben estar al frente de los pueblos. La autosuficiencia alimentaria, sanitaria, energética, etc., debería ser la norma, no la dependencia total y global bajo un Sistema totalitario disfrazado de democrático, que es el que rige las naciones. ¡Basta ya de hipócritas y canallas en todo el arco político!
A. K. 6