MI TESTIMONIO. 2ª Parte. (KNIGHTWOOD 6). EXPERIENCIAS PERSONALES DE VIAJES ASTRALES Y EN RELACIÓN CON EL “MÁS ALLÁ”.

MI TESTIMONIO ACERCA DE EXPERIENCIAS PERSONALES DE VIAJES ASTRALES Y EN RELACIÓN CON EL “MÁS ALLÁ”.

   No me gustan los calificativos, ni clichés de ningún tipo. Nunca me ha interesado el dinero, ni nada de lo que se valora mundanalmente. Soy muy profundo y nada superficial, pero no me considero una persona espiritual, en cuanto a calificativo típico en ese aspecto, porque mi tiempo lo he ocupado en muchas otras cosas. No me gusta ser catalogado, porque, todo ello, aparte de que no se ajusta a la realidad, implica limitación, y la Verdad y la búsqueda de la Verdad no pueden ser acotados, ni limitados. Sólo soy alguien que ha tenido ciertas experiencias y que ha manejado y maneja una enorme cantidad de información, para tratar de acercarme, lo más posible a la Verdad. Sintetizar información, lo más fidedigna posible, y compartirla, para que pueda ser útil, ha sido una de mis tareas altruistas.

   El ego nada vale, ni nada es. Todas las Virtudes y Valores Positivos proceden del Espíritu, pues les son connaturales: Paz, Amor, Luz, Inteligencia, Sabiduría, Justicia, Compasión, Verdad, etc., etc. El Alma que se desliga de su Espíritu, pierde todo ello, y se polariza con el Lado Oscuro.

   Toda experiencia interior, al Espíritu se debe, y todo mérito es suyo.

    Un profesor e investigador del Departamento de Bioquímica, de la Facultad de Biológicas de Salamanca, nos dijo que había tal cantidad de enzimas en el cuerpo humano y que intervenían en tal cantidad de complejas reacciones bioquímicas, que era absolutamente imposible que todo eso fuese consecuencia del mero “azar” y que tenía que haber una Inteligencia detrás de la Creación.

   Lo mismo pensaban los dos Catedráticos de la asignatura de Histología.

    Resulta completamente irracional que quienes se arrogan la potestad de afirmar qué es racional, defiendan, públicamente (aunque, incluso, puedan pensar lo contrario, en privado), que el Azar es el maestro de la hipercomplejísima Creación.

    Con 16 años, leí casi toda la Biblia, y comencé a luchar contra los Pecados capitales y otros defectos. Me influía mucho un libro sobre la vida de San Francisco de Asís. Como tenía gran interés por la Naturaleza y los animales, San Francisco de Asís, debido a milagros en relación con animales, y su vínculo con la Naturaleza, era mi santo predilecto. Compré, también, algún libro sobre la vida de San Ignacio de Loyola. También, en esa época adolescente, leí varios libros sobre Ufología y Antiguas Civilizaciones, que tenía mi madre.

   Eran muy sorprendentes ciertos hallazgos arqueológicos que no cuadraban con las tesis oficiales y que evidenciaban enormes conocimientos de culturas ancestrales.

   No era comprensible cómo en el Antiguo Egipto, en cierto período, se tuvieron conocimientos para crear grandes pirámides, y, en vez de mantenerse o incrementarse esas capacidades, todo fue decreciendo, con el paso del tiempo, echando por tierra la teoría evolucionista.

   En la temprana adolescencia, en el libro “Yo visité Ganímedes”, de Yosip Ibrahim, leí, por primera vez, el término esoterismo asociado a hermandades secretas, donde los conocimientos se transmitían de labios a oído, de maestro a discípulo, desde tiempos ancestrales.

   Entonces, pensé que trataría, más adelante, de ir a vivir a una gran capital como Madrid, donde sería más fácil intentar encontrar alguna orden esotérica de esa naturaleza: con conocimientos perpetuándose y transmitiéndose, ocultamente, a través de los siglos. Años más tarde, sin pretenderlo, sucedió algo así, pero no en Madrid.

   Unos cuántos años más adelante, quedaría perplejo, al ir comprobando cómo el término esotérico se iba vulgarizando y adquiriendo un significado muy distinto y superficial, como lo relativo a negocios asociados a mancias, etc.

   A lo largo de la Historia, casi siempre han existido hermandades secretas que sirven a lo divino y hermandades secretas que sirven al Lado Oscuro; y muchos de los eventos históricos tienen una raíz y un trasfondo vinculados a ese pulso de confrontación mutua. Unos, tratando de ayudar a la Humanidad y otros tratando de esclavizarla y vampirizarla, mediante todo tipo de mentiras y engaños.

    También, en segundo de BUP, me sorprendió que el profesor de física hiciese ciertos comentarios acerca de la Metafísica, en una clase.

   Para mí, resultaban perfectamente complementarios y compatibles mi vocación científica, el interés por la vida de los grandes santos y el mundo del misterio.

   En la adolescencia, por otro lado, tenía una mentalidad de anacoreta medieval, y trataba de reprimir y controlar instintos básicos. Creía que la sexualidad había que atrofiarla, porque consideraba que era algo contrario a lo espiritual y que sólo servía para perpetuar la especie. Trataba de comer poco, y, en esa época, valoraba el estar bastante delgado. Tenía un peso bastante por debajo del correspondiente a mi altura. Con 20 años, estuve un año, con barba, para tener una apariencia más desagradable.

   Consideraba que resultaba absurdo que la vida humana estribase, meramente, en trabajar, reproducirse y morirse, y que debía existir un sentido trascendente.

   A veces, con 16 años, sentado, frente a un pequeño radiocassette y poniendo el Réquiem de Mozart o la Pasión según San Mateo de Johann Sebastian Bach, me di cuenta de que tenía cierta sensibilidad mística. Poniendo la atención en Cristo en la cruz, y sintiendo que era Él, entraba en ciertos estados de conexión crística, en que no podía parar de llorar.

   Años más tarde, durante un tiempo, pero con el aparato de música paterno, y grandes altavoces, en su despacho, cuando él no estaba, hacía algo parecido, de rodillas, usando una manta fina, azul, a modo de manto, y abriendo, a veces, los brazos, en cruz. Cuando usaba otro tipo de música sacra, como misas de Bach, Haydn, Mozart, etc., imaginaba que formaba parte de un coro de ángeles, en las alturas, que cantaba a la Virgen María. Solía entrar en estados de gran emoción mística.

   En una ocasión, en torno a los 25 años, me identifiqué tanto con Cristo, que sentí una misteriosa vibración en toda la sangre de mi cuerpo (que alguna otra vez me ha sucedido). No paraba de llorar y reír de felicidad, de forma alternativa, y sintiendo un Amor enorme, en el corazón. Podía observar, desde dentro de mí, todo ello, como quien observa llover o un día soleado, sin implicarme. Desde fuera, alguien que observase podría creer que sufría muchísimo, pero, desde mi interior, sentía felicidad, incluso en los estados de cierta catarsis y profundo arrepentimiento. El cuerpo físico lloraba o sonreía, pero yo lo veía como algo ajeno, desde dentro de mí, como un mero observador. Sentí el terrible dolor continuo psíquico del Cristo, debido al Ego, del que no somos, para nada, conscientes.

   La Felicidad del Espíritu está más allá de la dualidad, y abarca y contiene los polos emocionales de profunda melancolía y gran alegría, simultáneamente. La melancolía profunda espiritual, la asociaba a la gran añoranza del Alma por los reinos divinos. Y el Arte sublime, tenía el poder de despertar tal añoranza, con efectos místicos.

   Experimenté que ciertos temas de música sacra, sobre todo interpretados por coros de niños, que transmiten una inocencia singular, eran muy útiles para entrar en ciertos estados purificadores catárticos, místicos y de hondo arrepentimiento.

   Con 17 años, estuve sopesando ingresar en algún monasterio franciscano. En esos años, hice diversos ayunos de un día. En una ocasión, en primero de Biológicas, ayuné tres días.

   Solía escuchar música clásica, pero, con 21 años, mis hermanos me contagiaron cierta adicción por el Heavy Metal. Cogí una extraña depresión, y me pasé el verano escuchando Heavy Metal a todas horas. Me hice experto en todo tipo de grupos. Era como una droga. Mis preferidos eran Manowar y Metallica. Quería encontrar grupos tipo Manowar, pues yo asociaba, más, el Heavy Metal con la Mitología Nórdica y las antiguas batallas. Pero no había, casi, grupos así, entonces. Necesitaba música cada vez más cañera, y, aunque aborrecía todo lo satánico, comencé a escuchar grupos satánicos que tocaban muy rápido. Pensaba en el suicidio, aunque sé que no lo hubiese hecho.

    De hecho, quizás, el año anterior, había tenido ocasión de ver un programa del doctor Jiménez del Oso, en que se recreaban vivencias de personas que intentaron suicidarse fallidamente. Me impactó mucho ver cómo alguien, después de haberse intentado suicidar con un deliberado accidente automovilístico, relataba haberse encontrado, después, caminando dentro de una larga cueva, donde hacía mucho frío, y en la que se veían, en oquedades, diversos seres y animales espantosos, etc., lo cual era terrorífico. Era el destino que aguardaba, durante un tiempo, a las Almas de los suicidas, conectadas con los inframundos y confrontadas con los egoicos monstruos de sus inconscientes. Desde entonces, se me quitaron, para siempre, las ganas de intentar suicidarme.

   Con 22 años, tuve mi primera experiencia de “viaje astral”, sin saber que eso existía, fuera del cuerpo físico, en combinación con una revivencia de una escena de una antigua reencarnación. Nunca había leído nada acerca de “viajes astrales”, ni sabía nada al respecto, por tanto, científicamente, todo mínimo atisbo de sugestión quedaba descartado.

   Las personas fácilmente sugestionables tienen escasa credibilidad. Siempre, los testimonios que más he tenido en cuenta y considerado como posiblemente reales, son los de quienes eran escépticos y tuvieron una experiencia que modificó, considerablemente, sus formas de pensar o de quienes no sabían nada acerca de un tema y experimentaron algo que cambió sus mentalidades.

   Una noche de finales de julio o en agosto, en torno a las 3.00 h de la madrugada, me quedé dormido en el sofá de la sala de estar, con el tocadiscos encendido, después de escuchar un tema de heavy metal satánico, que hablaba sobre una misa negra. Soñaba que sentía un gran odio hacia un familiar, por desacuerdos en temas de comida. Ese odio, me conectó con un odio similar en otra vida, en otra reencarnación, en un país de Extremo Oriente, hace siglos, donde esa persona, tenía, también, el mismo vínculo familiar. Teníamos poder de cierto tipo: puede que local o regional. Yo hablaba con mi lugarteniente, mi mano derecha, y le expresé mi malestar; quería deshacerme de ese familiar, que me tenía hastiado. Mi lugarteniente contestó: «Pero el pueblo la tiene en gran estima».

   Entonces, decidí desistir de mi propósito y buscar otra solución. Fue una experiencia de bilocación de la conciencia, siendo como dos personas, simultáneamente: el actor de la escena, desde dentro, y el observador de la misma, desde cierta altura, en diagonal.

   De pronto, me vi en total oscuridad y una voz, muy grave, me dijo que, si no volvía a mi cuerpo físico, no podría regresar nunca más. Con bastante ansiedad, intente encajar en mi cuerpo, que estaba dormido en el sofá, pero no terminaba de conseguirlo, debido a las prisas. Escuchaba un pitido agudo en mis oídos, y sentía como un zumbido electromagnético en toda mi periferia corporal.

   Finalmente, logré encajar. Me desperté. Abrí los ojos. Me senté en el sofá. Comencé a recordar, y no me creía lo que me acababa de suceder. Era imposible. Sólo ciertos antiguos grandes místicos podían salir de sus cuerpos en algunos de sus éxtasis, y yo, para nada, estaba llevando una vida mística.

   Me sentí completamente engañado y defraudado por la Ciencia, la Religión, los padres y la sociedad, en general, pues nadie me había dicho que uno pudiese salirse de su cuerpo, en vida.

   Ya había sufrido un gran disgusto, cuando, de niño, supe que los Reyes Magos eran los padres, lo cual fue el comienzo de mi desconfianza hacia las mentiras de esta sociedad. Pero esto era mucho más grave, con las Religiones implicadas en el gran engaño, así como la Ciencia… y toda la sociedad.

   Comencé a investigar en librerías y bibliotecas. Entonces, no había Internet. Descubrí que, a lo que me había sucedido, se lo denominaba “viaje astral” y que muchas personas, en diversas épocas y partes del planeta, habían tenido experiencias de ese tipo. También, que, cuando muchos niños pequeños relataban experiencias relacionadas con otras dimensiones, eran acallados por sus padres, de modo que se volvían temerosos de hablar y experimentar al respecto. A los niños no hay que reprimirles cuando cuentan experiencias extrasensoriales, porque suelen ser reales, ya que tienen unas capacidades que, aún, no han sido atrofiadas.

   Con el tiempo, obtuve indicios de que, paradójicamente, en las más altas instancias de poder mundial, tienen conocimientos esotéricos, pero usados para el Mal, y conocen, perfectamente, esta realidad de nuestra naturaleza supradimensional, que ocultan a las masas, incluso, promoviendo el Ateísmo o un Catolicismo superficial, para que no se sepa la Verdad. En el verdadero Cristianismo original esto, seguramente, se sabía, al menos, en los círculos de personas más profundas, y se ha ocultado, durante siglos, por las Instituciones.

   Y diversas informaciones e indicios apuntan a que, a los niños, deliberadamente, se les administran sustancias, en vacunas y alimentación, con el fin de atrofiar y anular sus capacidades extrasensoriales, como, por ejemplo, la clarividencia. De esa forma, anulando la capacidad clarividente de ver el aura, no pueden distinguir a las personas taimadas, hipócritas y lobos con piel de oveja que dirigen muchas poderosas Instituciones. Así, los seres humanos quedan desarmados e incapacitados, a la hora de poder ver las desagradables auras de los perversos.

   Potenciar esas capacidades que tienen, naturalmente, los niños, sería algo muy útil, con el fin de identificar a criminales, en base a sus auras. ¿Por qué no se hace? Obviamente, porque los lobos con piel de oveja: la mayoría de gobernantes y altos cargos de corporaciones y prestigiosas instituciones, o sea los esclavistas encubiertos que dirigen este Sistema quedarían evidenciados.

   Como, poco a poco, fui descubriendo, en futuros años, el tema de los “viajes astrales” es sólo la punta del iceberg del inmenso nivel de engaño en que vive esta sociedad, en estos tiempos, en este planeta.

   Volví a Salamanca, a seguir estudiando Biológicas. A pesar de considerarme básicamente cristiano, pero en sintonía con el Cristianismo original y los grandes santos, y no con la Iglesia Católica, como institución, hacía tiempo que tenía curiosidad por el Budismo, Hinduísmo, filosofía de los Indios de Norteamérica, etc., y había visto, años atrás, algún que otro documental por televisión, al respecto.

   Empecé a abrir mi mente a otras enseñanzas espirituales, para investigar.

   Fui a una conferencia, sobre meditación, de un joven monje hindú, con pelo moreno, largo, y ataviado con una túnica naranja. Creo recordar que dio la conferencia sentado sobre la mesa de la sala, en postura de loto o semiloto.

   Al acabar, tres chicos y tres chicas, nos quedamos y uno de los chicos, que ya tenía cierta práctica, en meditación, nos condujo hacia a un piso. Nos metimos en alguna habitación y el monje se quedó en la sala de estar, en postura de loto. Uno a uno, fuimos pasando a la sala, donde el monje nos dio un pequeño mantra: una sílaba, supuestamente, personal, para que lo utilizásemos como primera técnica de meditación, para repetirla, mentalmente, y que no debíamos decir a nadie. Aún, hoy, no he contado a nadie cuál fue la sílaba que él me dio. Creo que, posiblemente, con otras sílabas hubiese podido obtener resultados similares.

   Era un monje muy simpático, que hablaba en inglés, pero, cuando llegó el momento de temas espirituales prácticos, como cuando nos dio, personalmente, los mantras, se transformó en alguien muy serio y profundo. Nos dijo que nos enseñó la técnica de meditación más básica y que nos juntásemos periódicamente, para meditar en grupo, pero no volví a ver a ninguno de los presentes.

   El monje se tenía que ir a Praga, donde residía y enseñaba. Parecía que tenía conocimientos acerca del sonido y sus efectos. Me dejó muy intrigado de haber podido aprender más con él, porque sólo con esa sencilla técnica tuve una experiencia impresionante, y eso que, según él, era la técnica más básica. ¿Cómo serían las técnicas más avanzadas?

    Unos cuántos años más tarde, una vez que comencé a utilizar Internet, busqué información acerca de él, o de posibles conocimientos prácticos en la línea de los que él podría tener, y no encontré nada. Sentí que era un ser de los pocos que, realmente, podían enseñar información práctica de interés, en este planeta, en estos tiempos, y dio a entender que formaba parte o había formado parte de alguna hermandad, en la India, que poseía conocimientos relacionados con la utilización del sonido con fines trascendentes.

   En la habitación alquilada, en un sexto piso, donde viví mi último año de estancia en Salamanca, en mi juventud, con 22 años, comencé a practicar la meditación con la sílaba mántrica. Era algo parecido a lo que se enseñaba en Meditación trascendental, pero la onda que transmitía el monje era de mucha más autenticidad y no tenía nada que ver con la del supuesto gurú Maharishi Mahesh Yogi.

   Hice una modificación personal de la meditación. Sentado en una silla, miraba, varios segundos, la bombilla de una pequeña lámpara. Luego, trataba de enfocar la atención en la luz que se mantenía visible, al cerrar los ojos, hasta que se iba desvaneciendo.

   Empezaba a recitar la sílaba mántrica, mentalmente, alargando la vocal, como se hace con los mantras.

   Se me ocurrió imaginar una estrella de 6 puntas, compuesta por dos triángulos, y observaba la sílaba apareciendo en cada vértice de un triángulo de la misma, y, luego, en los vértices del otro triángulo, mientras, mentalmente, iba creando música, al estilo de la música sacra barroca y del Clasicismo, recitando la sílaba.

   Tras varios días de práctica, aparecían manchas de colores verdes y morados, que se movían y entremezclaban entre sí. Y entré en un estado más profundo, como internándome más en esos colores, en que dejé de percibir mi cuerpo y sentí que yo era toda mi habitación, y donde las formas no existían. Sentí una gran sensación de plenitud, felicidad y bienestar. Cuando comencé a regresar de ese estado, vi los colores morados y verdes, y otros, en círculos estrechos, concéntricos, que conformaban un gran aparente círculo, que, seguramente, era, más bien, una esfera, alrededor de la cual, se veían como 6 o 7 animales reptiloides, algunos como cocodrilos. Posteriormente, supe que, seguramente, eran los aspectos egoicos y oscuros de la Psiquis, y posible representación de los 7 pecados capitales.

   Fue una experiencia increíble y nunca he vuelto a tener una similar. Por pereza, no seguí mucho tiempo más practicando dicha meditación.

   Por esa época, en septiembre, vi unos carteles de conferencias gnósticas. Fui, y me quedé asombrado cómo, por fin, me dieron unas explicaciones convincentes, acerca del tema de los “Viajes astrales”, que concordaban con la experiencia que tuve en verano de ese año.

   Era un joven matrimonio que transmitía muy buena onda. Y seguí yendo, a lo largo del curso, a más conferencias, en su piso.

   Enseñaron algunas técnicas para tener experiencias de “viaje astral”, conscientemente, pues afirmaban que, cada vez que nos dormimos, salimos del cuerpo físico, al mundo astral (cuarta o quinta dimensión), pero inconscientemente, donde la mente proyecta imágenes muy reales, que denominamos sueños. La mente proyecta imágenes en base a miedos, deseos, circunstancias vividas, películas vistas, etc., creando, muchas veces, situaciones completamente absurdas, en base a todo el caos que tenemos en el subconsciente, inconsciente e infraconsciente.

   En ciertas ocasiones, se pueden tener sueños espirituales o sueños lúcidos. Hay veces en que los sueños que se tienen son experiencias reales en la cuarta o quinta dimensión, como cuando soñamos que volamos, pues en las ultradimensiones no hay ley de la gravedad. También, muchas personas han tenido sueños en que se baja por un ascensor, se desciende en un avión, se cae desde cierta altura, etc., justo antes de despertarse, lo cual suele ser algo real, pues es una asociación con la percepción del Alma regresando al cuerpo físico, antes de despertarnos en la cama o donde se esté durmiendo.

   Empecé a utilizar unos mantras, para intentar salir del cuerpo físico, conscientemente, mientras me iba quedando dormido en la cama. Nos enseñaron mantras como Fa-ra-ón y otros. Pero yo tenía cierto espíritu rebelde y me gustaba hacer las cosas a mi manera, así que, sobre todo, solía utilizar el mantra tibetano: Om Mani Padme Hum, que me dio resultado.

   Aún me asombra cómo, habiendo sido mi primera experiencia de “viaje astral” un tanto angustiosa, tuve la resolución de seguir investigando y practicando.

   Durante varias semanas, casi, cada día, tenía algún “viaje astral” consciente. Repetía Om Mani Padme Hum (a veces, Fffaa-Rrraaa-Ooonnn), en voz baja y mentalmente, mientras me quedaba dormido y, en cada experiencia, había algún elemento relacionado con el Antiguo Egipto.

   Creo que el vivir en un sexto piso, más alejado de la Tierra, y en un lugar nuevo, facilitaba el poder tener esas vivencias. En vacaciones de Semana Santa, al regresar un par de semanas a casa de mis padres, en el norte ibérico, en un cuarto piso, sin embargo, me costaba mucho tener alguna experiencia de viaje astral consciente.

   Probé a investigar con cambiar la orientación de la cama. Teóricamente, con la cabecera hacia el Norte, era más fácil, sin embargo, en un futuro, tuve algunas experiencias conscientes, durmiendo con la cabecera hacia el sur.

   En Salamanca, por ejemplo, una noche me fui quedando dormido con la radio encendida, escuchando una emisora que había finalizado su emisión, más allá de las 12.00h de la noche y sólo se escuchaban los típicos sonidos de cuando la radio está encendida, pero sin sintonizar ninguna cadena. Casi dormido, sentí cómo mi pierna derecha salía de mi cuerpo y, al moverse, hacía interferencias con la señal de radio, escuchándose como un zumbido de más intensidad, acorde con los movimientos de la parte extracorpórea de mi pierna. Me desvelé y me quedé muy sorprendido.

   La experiencia un poco más cómica que tuve fue volando por encima de una carretera casi vacía, a baja altura, por la ciudad; paré en un semáforo, y miré al conductor del coche que se hallaba a mi izquierda. Al ponerse verde, seguí volando, pero a más altura, con los brazos extendidos, con los puños por delante, imitando a Supermán.

   Me di cuenta de que, si te despiertas a las tres de la madrugada o así, después de haber dormido varias horas, era más fácil tener experiencias de “viaje astral” consciente, si te ponías a practicar mantras o cualquier ejercicio de respiración, oración… que incrementase el nivel de vibración del Alma.

   Decían que no era recomendable contar muchas experiencias, porque, luego, era posible que tu Espíritu no te ayudase a tenerlas, y se te “cortase el grifo”, como quien dice, aparte de que el Ego podía apropiárselas, para presumir de ello. No conviene contar muchas experiencias a una misma persona, porque te quedas como si te vaciases por dentro. Aquí, voy a contar las más impactantes y curiosas, porque considero que es hora de dar testimonio, e invito a más personas a que lo hagan, dada la situación de mentiras y engaños en que vivimos.

   La situación de nuestro planeta es especialmente grave.

   Una de las cosas que nos dijeron es que, una vez fuera del cuerpo físico, podíamos invocar a la parte femenina de nuestro Espíritu particular, a nuestra Madre Divina particular y pedirla que nos llevase a algún Templo de la Gran Logia Blanca, en la cuarta dimensión.

   -En una ocasión en que hice eso, aparecí en casa de un médico y su mujer. Eran seres sabios, altos, bien vestidos y de aspecto noble y digno. Tenían un criado bajito, deforme o jorobado. Ella irradiaba Amor Divino y parecía una antigua egipcia. Vestía con una túnica blanca, como las del Antiguo Egipto, y me mostró, en una pantalla, la imagen de la barca solar de RA. Me dijo palabras en egipcio antiguo que, con el uso de la g ó la h aspirada, recordaban un poco al acento francés con las erres.

   Al despertar, sólo me acordé de una de las palabras y no la apunté.

   Luego, me hicieron unas pruebas; intuí que para ver mi grado de ira, belicismo, etc., y comprobar el nivel moral de mi Alma.

   Yo estaba consciente, pero algo atontado, como con cierta sensación de obnubilamiento. Me hicieron sentar frente a una mesa y colocaron, sobre la misma, una especie de tanques en miniatura, etc., para ver cómo reaccionaba; si los cogía o algo así.

   -Otra noche, soñé que me encontraba en una ciudad castellana, donde vivían familiares. Estaba con varias personas y alguien dijo algo sobre animales, y comencé a transformarme en una gran ave, con mi misma altura. La especie del ave seguramente estaba relacionada con mi tótem personal; algo que recomiendan no contar.

   Inmediatamente después, con los ojos cerrados, aparecí volando sobre el mar, a gran velocidad, y escuchaba, de forma muy real, el sonido del oleaje.

   Cuando llegué a mi destino, aunque seguía con los ojos cerrados, sabía que estaba en Egipto. Había un maravilloso olor muy especial y desconocido. Alguna vez, en el futuro, tuve como un leve recuerdo de ese olor y entré en cierto estado cuasi místico.

   Allí, en Egipto, un personaje comenzó a hablar acerca de los Antiguos Misterios de Isis, Osiris y Horus y de una remota reencarnación mía en el Antiguo Egipto. Hizo alusión a mi reencarnación actual, después de 6 generaciones, y a algo que había venido a hacer.

   Regresé, de nuevo, volando a una enorme velocidad, sobre el Mar Mediterráneo, con una sensación tan real e impresionante del viento impactando en mi rostro, que tuve que poner mi mano derecha frente a la cara, para protegerme. Y, al despertarme, tenía esa misma posición de mi mano, frente a mi cara. Mi cuerpo físico estaba percibiendo, vivamente, lo que me acontecía en el mundo astral. Ha sido la única experiencia en la que he percibido esa sensación de bilocación de la conciencia, con implicación de mi cuerpo terrenal, siendo consciente tanto del mismo, como de mi cuerpo astral, simultáneamente.

   Con esas experiencias extracorpóreas, se comprende que la mente es el origen de los pensamientos, y no el cerebro.

   Al comprobar que, fuera del cuerpo físico, se puede pensar, de forma normal, se siente cómo, una vez más, hemos sido completamente engañados por quienes controlan esta sociedad. El cerebro no crea los pensamientos. Es una absoluta mentira. Es sólo un vehículo de expresión de los mismos. Igual que es una absoluta mentira que sólo seamos un cuerpo físico caduco. El cuerpo físico es sólo un traje que se desgasta y que se puede cambiar, en una nueva reencarnación, igual que se cambia de abrigo, cuando se deteriora por el uso. Somos eternos, y juegan con el miedo a la muerte y a la desaparición total, para mantener controlada a la Humanidad.

   Desmontar el falso dogma de que el cerebro produce los pensamientos, implica que hay que replantearse y modificar, considerablemente, todos los basamentos establecidos de la Psicología, Psiquiatría, etc.

    He tenido más experiencias conscientes, fuera del cuerpo físico, pero, con lo relatado, más lo que contaré más adelante, es suficiente y puede que sea demasiado.

  Cada experiencia relativa a los “viajes astrales” y al “Más Allá”, es única e irrepetible, y recomiendo que, quien esté dispuesto, dé testimonio de las más relevantes de las suyas, para que la Verdad se extienda y se animen a testificar muchos que han tenido miedo de hablar. 

   En relación al tema del Heavy metal, me hice muy selectivo, y sólo escuchaba, a veces, temas que producían ciertos efectos inspiradores, de forma positiva. Con el desarrollo de una mayor sensibilidad, se incrementó mi comprensión acerca del malestar dañino que producen en el Alma, la mayoría de músicas superficiales y ciertos ritmos y vibraciones sonoras.

AUTOCONSCIENCIA

   Me impactaron otras conferencias acerca de que estamos bastante inconscientes durante el día, imbuidos en nuestros pensamientos y que nos hallamos, psicológicamente, dormidos, tanto de día, como de noche, lo cual dificulta las experiencias de “viaje astral” consciente. Nunca había escuchado hablar de eso, ni había leído nada, al respecto, por lo que me impresionó.

  Cuando iba por la calle, me di cuenta de que era verdad: de que, en vez de tener determinado estado de autoatención psicológica y atención consciente, los pensamientos mantenían la mente en un estado de cierta obnubilación. Si no se está en un mínimo estado de autoatención psicológica, de modo que se perciban los pensamientos, emociones e instintos que van apareciendo, no se es consciente de los mismos, y, por ende, no se pueden ir comprendiendo y trascendiendo, con fines de perfección y limpieza del Alma.

   Comencé a desarrollar mis propios métodos de atención. Caminando, miraba a un punto, a cierta distancia, y trataba de ver, todo lo demás, de reojo, incluyendo parte de mi nariz. Intentaba caminar, con las piernas y pies relajados, y poniendo atención en ello, así como respirar lenta y profundamente, mientras ponía, también, atención en la sensación de contacto entre las yemas de los dedos pulgares e índices propios de cada mano.

   A lo largo del día, trataba de observar mis pensamientos, como algo ajeno, a lo que no prestar atención, y mantener la atención en lo que denominé “sonidos agudos del silencio” (que son más fácilmente audibles cuando todo está en silencio) y en los sonidos diversos que podía escuchar, externamente.

   También, en iglesias, sentado en alguno de los bancos más alejados del altar, en la correspondiente nave central, practicaba ese método contemplativo. Cuando no hay misas, es más propicio, porque el silencio exterior contribuye a que exista una atmósfera más contemplativa. Enfocaba mi vista en algún punto del retablo mayor, en alguna estatua y observaba todo el resto de la iglesia, dentro del campo visual, de reojo, al igual que parte de mi nariz. Intentaba, al mismo tiempo, ser consciente del espacio entre los objetos, percibiendo como la tetradimensionalidad del edificio. Poco a poco, iba viendo como el aura luminosa de las cosas, y cómo iba cambiando el color de las mismas, lo cual consideraba un indicio de que estaba conectándome con la cuarta dimensión. Era una muy grata sensación, y eso debería ser conocido y enseñado. Los músculos oculares y faciales, se iban relajando, afinándose la vista, y, al regresar a la calle, lo veía todo con mucha mayor nitidez e incluso la expresión de mi rostro había cambiado, al estar más relajado, lo cual notaba que era percibido positivamente, en ciertas personas que me miraban. Si se tiene cierta sensibilidad, incluso el chakra del corazón se va activando.

   Algunos años más adelante, con la mente más acostumbrada a estar en cierto estado de serenidad y silencio mental, comenzaron a aparecer, en mi mente, números, de repente, de 2 cifras, que correspondían al significado asociado a los números de los arcanos mayores del Tarot. Parece que me indicaban el estado de conciencia en que me encontraba, y me avisaban, si me hallaba en un estado de conciencia incorrecto.

   En un principio, no hice mucho caso. Pensé que podía ser algo de la mente. Y, como pensé eso, entonces, los números que comenzaban a aparecer en mi mente tenían tres cifras. Seguía con dudas, y los números que surgían, comenzaron a ser de cuatro cifras, de modo que, sumados, se obtenía el número del Arcano mayor del Tarot, correspondiente.

   Entonces, ya me di cuenta de que no podía ser algo de la mente, sino del Espíritu. Parece ser que el Espíritu se comunica mediante símbolos y números, de ahí que, en la cultura hebrea, se diese tanta importancia a los números y a la ciencia de la Gematría.

   Una vez que acepté y comprendí que esos números no procedían del ego y la mente, sino del Espíritu, los números volvieron a ser de sólo dos cifras, y trataba de tenerlos en cuenta.

   Unos cuantos años más tarde, escribí unos Pdf prácticos con las técnicas que me habían sido útiles para tener experiencias extracorpóreas conscientes y los métodos prácticos que utilicé para desarrollar la atención, a lo largo del día.

SEXUALIDAD

   En otras conferencias, se trató del tema de la sexualidad, y el Tantra Blanco, como algo relacionado con la senda espiritual; algo que iba en contra de mis creencias, pues consideraba que eran temas antagónicos y, en un principio, me costó comprender la realidad, al respecto, de la que nada sabía, hasta entonces.

   Con unas técnicas de respiración alterna, por las fosas nasales, sentí cómo cierta energía subía por la zona de la columna vertebral. Quedé asombrado y, a partir de ahí, cambió mi mentalidad.

   Comprendí que la sexualidad podía enfocarse de forma positiva y trascendente, y que, de hecho, era fundamental. En la Antigüedad, en las Escuelas de Misterios, se enseñaba el camino iniciático del despertar y ascenso del Kundalini, en pareja heterosexual estable, tántrica, cómo única vía de alcanzar la Maestría, la Budificación y la Cristificación. Enseñanzas que, hasta hace pocas décadas, sólo se transmitían en hermandades secretas, y cuya difusión estaba penada con la muerte.

   Dado que estamos en un final de ciclo, con el fin de ayudar a Almas con cierta predisposición, ciertos conocimientos son de acceso público, para quien sepa buscar, pero, aun así, pocas Almas saben sacar partido de los mismos.

   Por eso, actualmente, los poderes oscuros que controlan el planeta tratan de que las gentes se degeneren sexualmente y de que no se formen parejas heterosexuales, estables y con verdaderos conocimientos del Tantra Blanco, pues no quieren, por ningún modo, que surjan nuevos Budas y Cristos. Ha habido diversos Budas y Cristos, en cada cultura. Buda es un nivel espiritual asociado al dominio de la mente silenciosa. Un Cristo es un nivel espiritual, en que el Alma purificada se fusiona con el Cristo interior, una parte de nuestro Espíritu, que, en la Kábala se denomina Chokmah.

   La sexualidad y el Verbo, la Voz, están directamente relacionados. Se dice que los Ángeles crean con la Voz, siendo la garganta como un útero y la lengua como un badajo. La campana es un símbolo sexual, de la unión de lo masculino (el badajo) y lo femenino, y, gracias a esa combinación, produce sonido. Lo masculino y lo femenino son los dos polos complementarios de lo divino. Lo divino crea, porque tiene ambos polos en sí mismo. Con la separación de los sexos, en el mundo terrenal, se necesita la reunificación de ambos, para convertirse en un andrógino divino con poder… usado positivamente. Sólo la unión de lo masculino y lo femenino, puede crear.

   El sonido crea, por eso la Creación se origina por el sonido.

   Usar la voz de forma negativa y tenebrosa, produce un efecto negativo sobre la energía sexual y sobre todo el cuerpo y la psiquis.

   La canalización, transmutadora, hacia arriba y hacia adentro, a través de canales etéricos en la zona de la médula espinal, de las energías sexuales, da lugar a que se escuchen más fácilmente los «sonidos agudos del silencio». O sea, todo comienza con el tema de las energías sexuales, las cuales nutren el cerebro, facilitando el silencio mental, si se canalizan correctamente; acumuladas en el chakra corazón, poco a poco, lo activan, y permiten experiencias místicas, y, por ende, hacer verdadera Luz y conciencia en nuestras sombras.

   No eyaculación, es la clave. Jamás se debe hacer. Perder las energías hacia fuera, es satánico y va contra sí mismo. La mística es imposible, si se pierden las energías sexuales hacia fuera.

   Ciertos maestros afirman que, para engendrar, basta con concentrarse, para que unos pocos espermatozoides actúen, sin necesidad de eyaculación. En el líquido preseminal, pueden escaparse algunos. Eso afirman.

    Lo que sí es evidentemente superclaro, en la práctica, es que la eyaculación es algo horrible y espantoso, en sintonía con lo tenebroso, y que no sólo es una importante causa de envejecimiento y daño en la salud, sino que aleja al Alma del Espíritu, y todo eso se comprende perfectamente, cuando el cuerpo se habitúa a transmutar y canalizar la energía hacia arriba.

   Es el tema que más hace trinar a los satanistas, y a buena parte de los inconscientes engañados miembros de lo que ellos consideran, despectivamente, su ganado humano, si se desvela y se les desenmascara, porque es la principal clave de su poder sobre la Humanidad.

  Las jerarquías satánicas consideran a la Humanidad, como a su ganado, del cual obtienen energía, al haberles enseñado, desde tiempos remotos, a perder sus secreciones sexuales y su magnetismo.

    Durante milenios, los emperadores chinos tenían acceso a conocimientos sobre la sexualidad tántrica (del Tantra Blanco, sin eyaculación), con sus emperatrices y concubinas, en base a los principios del Yin y del Yang, que decían que tenían como fin principal la prolongación de la vida.

   Pero, en Escuelas de Misterios, de diversas partes del planeta, en la Antigüedad, se enseñaba que tenían un propósito aún más allá: el despertar y ascenso del Kundalini, con una misma pareja del sexo opuesto, para, como se decía en la precolombina Teotiwuakan (México), convertir a los seres humanos en dioses; la verdadera senda, oculta, para el desarrollo del Alma, alcanzar el nivel espiritual búdico y, más adelante, el nivel espiritual crístico. Conocimientos que sólo se enseñaban a unos pocos: aquellos que demostraban interés y pasaban ciertas pruebas.

  ¿Cómo es que, desde hace décadas y décadas, quienes han afirmado y afirman, desde diversas posturas políticas de la izquierda (y no hablemos de la derecha) defender al pueblo, no se han encargado, jamás, de inculcar, enseñar y comunicar tales secretos de los emperadores chinos, al común de los mortales, siendo, además, el más seguro, efectivo y gratuito método anticonceptivo, cuando se logran dominar las técnicas?

   Es obvio. Porque todos esos políticos, de todo el arco parlamentario son un hipócrita fraude, pues no sirven sino a los poderes fácticos, tenebrosos y tiránicos que dominan el planeta, bajo una apariencia de falsa democracia, que no es sino Plutocracia corporatocrática, de los amos de las grandes finanzas y de «El Gran Capital». Éstos utilizan a sus sicarios de facciones de los servicios secretos para infiltrarse en redes sociales, partidos políticos, medios de comunicación, etc., con el fin de denostar a quien critique al verdadero poder y a sus disfrazados (de izquierdas y de derechas) lacayos, y difunda las verdades que señalan y desenmascaran a este sistema mafioso, genocida y falso.

   No tienen argumentos, y se valen, como zafio y primario recurso, del ataque personal, insultando, con lo que demuestran y evidencian que quienes no tienen neuronas, son ellos; muchas veces, no saben ni escribir. Quien critique reflexiones, como ésta, que todo ser humano debería realizar, es uno de ellos o un ignorante con el cerebro bien lavado.

  El cerebro está para hacerse preguntas; para reflexionar y buscar la verdad.

   Al igual que la Alquimia tántrica china, la Alquimia europea, medieval, renacentista y posterior, se refiere a los mismos procesos de transmutación sexual.

CENTRO DEL UNIVERSO y STARGATE

  He estado dos veces en el centro de nuestro Universo, en los años 90. En ambas ocasiones, me fui quedando dormido, con la atención puesta en los sonidos agudos del silencio, pero sólo en el oído derecho, de modo que podía observar los pensamientos, como algo ajeno.

   Por un lado, uno pone de su parte, y, por otro lado, el Espíritu te ayuda, y así fue cómo pude tener esas experiencias. Después de la primera conferencia sobre meditación, a nivel práctico, a la que asistí, y, con ayuda de mi Espíritu, al ir quedándome dormido, se me ocurrió poner atención en lo que denomino “sonidos agudos del silencio”. Sonidos agudos que se perciben cuando está todo en silencio. En algunas criptas de monasterios románicos, como el de San Salvador de Leyre, se escuchaban muy fácilmente.

   Centré mi atención, sólo en el oído derecho, para que fuese más fácil la concentración. La palabra concentración no me gusta utilizarla, porque está asociada a tensión psíquica y muscular, y, sobre todo en estos temas, conviene estar bien relajado; por ello, hablo de atención y no de concentración.

   Al fijar la atención en un punto concreto relacionado con un sentido físico: vista, tacto, oído… logramos fijar la mente, como bien se afirma en las tradiciones hindúes. Observaba cualquier pensamiento que pudiese aparecer, como si fuese de otra persona, y seguía con la atención puesta en los diversos sonidos agudos que escuchaba por mi oído derecho. Intentaba enfocar la atención en los nuevos sonidos agudos que pudiesen aparecer, previamente inaudibles. Uno de ellos, es como el de un grillo.

   Poco a poco, me fui quedando dormido, manteniendo esa atención más y más profunda. Cuando me dormí, sentí que salía del cuerpo físico; luego, de otro cuerpo; después, de otro cuerpo sutil, correspondiente a otra dimensión; posteriormente, de otro cuerpo mío, en otra dimensión menos densa aún…, hasta que, en la séptima u octava dimensión, o quizás, alguna más allá, salí disparado hacia el espacio exterior a toda velocidad. En la Tierra, se quedó una parte de mí (seguramente, mi ego), gritando, pues no podía soportar esa experiencia y que mi Alma escapase, liberada. Iba a una velocidad enorme, y parecía como si me desplazase por un interminable túnel luminoso.

   La sensación de incertidumbre ante lo que me podía suceder, me hizo plantearme si intentar hacer esfuerzos por abortar la experiencia, pero decidí dejarme llevar por la tremenda fuerza que me arrastraba hacia el espacio. Aunque la fuerza que me impulsaba era tan enorme que, si hubiese intentado cortar la experiencia, no sé si lo hubiese logrado.

    Podía pensar, pues tuve algún pensamiento. Vi estrellas. Llegó un momento en que todo era de tonalidades verdes, y en que lo que se veían eran galaxias. Finalmente, quedé suspendido y parado en un inmenso espacio vacío, en lo que sentí, de forma intuitiva, que era el centro de nuestro Universo. Todo era vacío y oscuridad. Todo tenía tonalidades verdes, como las muchas galaxias que se veían, a lo lejos.

   Lo siguiente que recordé es que aparecí en un astro, quizás, en un planeta y estaba hablando con una especie de sabio maestro espiritual.

   Cuando me desperté, me quedé completamente alucinado. Era algo superincreíble e inimaginable.

   Posteriormente, volví a intentar repetir dicha experiencia, pero sólo lo conseguí en una ocasión, bastante tiempo más adelante. Se repitió, exactamente, todo el proceso, pero, sin embargo, no vi las tonalidades verdes. Fue una experiencia similar, pero sin colores y sin la experiencia posterior en un astro.

   En las tradiciones milenarias hindúes se habla de que existen muchos Universos. En Ocultismo, se dice que existen otros Universos con leyes físicas diferentes al de nuestro Universo, a los cuáles, sólo a seres de un nivel hiperprofundo, con acceso a dimensiones muy sutiles, quizás, se les podría permitir ingresar.

   Hay dimensiones y niveles tan profundos, como los mencionados en el Árbol de la Kábala, en referencia al Ain, al Ain Soph y al Ain Soph Aur, que son completamente incomprensibles, para un ser humano.

   El Árbol de la Kábala es la mejor imagen, públicamente conocida, para comprender nuestra naturaleza pluridimensional y los diversos aspectos de nuestro Espíritu particular.

   Doy fe de que somos seres pluridimensionales.

   Cuando, años más tarde, vi, por primera vez, la película Stargate, me quedé boquiabierto, pues la sensación de viajar de un planeta a otro, como en un túnel luminoso, era la misma que experimenté. O sea que, seguramente, en ciertos niveles de poder, y, a muy alto nivel, militar, saben que se puede viajar, pasando a otras dimensiones. Cuando una tecnología y unos conocimientos aparecen en ciertas películas y series, suele ser una manifestación de que eso ya se sabe, de forma secreta.

  Años más tarde, pensé que, seguramente, yo no viajaba en un túnel, sino que la enorme velocidad a la que volaba, hacía que los puntos luminosos de las estrellas de nuestra galaxia pareciesen formar un túnel.

   El color verde no sé a qué dimensión corresponderá.

   Las enseñanzas gnósticas y del Ocultismo clásico afirman que tenemos un cuerpo físico, un cuerpo vital, un cuerpo astral (relacionado con las emociones), un cuerpo mental (relacionado con los pensamientos), un cuerpo de la voluntad, y después, está el Alma, y, más allá, nuestro Espíritu, con diversos aspectos relacionados con los sephirotes kabalísticos.

EXPERIENCIAS QUE RECUERDO EN RELACIÓN A LOS INFIERNOS

   Igual que existen supradimensiones, dimensiones más sutiles y, progresivamente, menos densas, también, existen infradimensiones, progresivamente, más densas.

   Las infradimensiones es lo que se denomina infiernos, en el Cristianismo, y que han tenido diferentes denominaciones, en diversas épocas y culturas: El Mictlán, de los mexicas; el Avitchi hindú; el Amenti egipcio; el Tártarus griego; la Gehena hebraica; el Helheim   nórdico, etc.

   Salió una noticia, hace unas décadas, acerca de unas prospecciones, en Siberia, realizadas a gran profundidad, en que se escucharon voces infernales y de personas gritando, que causaron una gran conmoción en quienes las percibieron.

   Desde una dimensión más sutil, se puede percibir lo que sucede en una dimensión más densa, de modo que, sin necesidad de poseer capacidades extrasensoriales, como la clarividencia, muy posiblemente, si tuviésemos acceso a ciertos lugares en las profundidades de la corteza terrestre, podríamos observar a entidades que moran en las dimensiones más densas, inferiores e infernales.

   Una noche, tuve una experiencia de “viaje astral” consciente, y aparecí, siendo consciente de que me hallaba fuera del cuerpo físico, en la sala de meditación del grupo gnóstico a cuyas conferencias y prácticas asistía. Estaba como un poco atontado. Tenía cierto nivel de consciencia, pero no suficiente. Vi a un maestro sentado en la sala, con una túnica y un gorro, ambos de color naranja. Sentí que era el maestro del instructor que solía dar las conferencias. De pronto, los tres aparecimos en una carretera solitaria, en medio de un gran llano. Había una gran oquedad circular, de casi 2 metros de diámetro, en medio de uno de los dos carriles. Me acerqué con curiosidad y era como un larguísimo túnel vertical que conducía a los infiernos. Me estaba empezando a asomar un poco más, y sentí, como una fuerza de atracción hacia el interior, lo cual era muy peligroso. Por suerte, el maestro de túnica naranja, me apartó, hacia atrás y pude evitar el tenebroso influjo.

   Hay lugares, perceptibles en otras dimensiones, que son puertas de acceso a los inframundos. Poco después de mi época heavy, tuve un sueño bastante real, en que me vi en Valencia, en un túnel horizontal, por el que iban y venían muchas personas, entre ellos, algunos heavys. Llegué hasta un ascensor, y se abrieron las puertas. Salió un hombre de, entre 50 y 60 años, bien trajeado y dijo, sonriente, que hacía décadas que no volvía a la superficie. Era un demonio, con engañosa apariencia humana. El ascensor venía desde los infiernos. Quizás, en la época heavy, había establecido alguna sintonía con lugares como ése y, por eso, tuve ese sueño.

   Años más tarde, tuve un sueño lúcido, muy real, en que estaba en las infradimensiones, en una gran sala, en penumbra, con grandes columnas. Unos seres con aspecto medio humano, medio bovino, con cuernos bovinos, traían a un grupo de seres humanos (personas fallecidas), desnudos, medio atados. De pronto, apareció como un minotauro de gran tamaño, que empezó a correr para intentar atrapar a algún humano. La sensación de terror era enorme. Me situé tras una de las grandes columnas, para no ser percibido.

   Después de que el Minotauro atrapase a un humano, todo se calmó, y procedí a abandonar el lugar, subiendo por unas escaleras de piedra, donde se hallaban, como guardianes, algunos de los entes con cuernos bovinos. Sentí, que, como yo estaba vivo, con cuerpo físico, en la Tierra, y no era un difunto, no podían hacerme nada, y me fui sin incidencias.

    En las imágenes medievales de iglesias y catedrales, aparecen seres muy similares, con cuernos y rostro bovino, también.

   En aquellos tiempos, tuve alguna que otra pesadilla con entidades terribles. Demonios de gran nivel y aspecto monstruoso, sobre todo en dos lugares. Se dice, en Ocultismo, que donde hay templos de luz, también, hay cercanos templos de tinieblas. En Santiago de Compostela, durmiendo en una casa antigua, cerca de la Catedral, tuve unas pesadillas recurrentes con una misma entidad. Me despertaba, y volvía a soñar con lo mismo. Utilicé algún conjuro y oración, pero no lograba alejarlo. Era un ser monstruoso, que, a medida que se acercaba desde bastantes metros de distancia, se percibía como un gran dolor. Son seres que son algo así como agujeros negros, en el sentido de que absorben la energía de los demás seres, provocando dolor, incluso a buena distancia.

   Un demonio es una entidad que ha perdido el contacto con su propio Espíritu, que es la verdadera fuente de Energía, Amor, Luz y Vida. Los peores, suelen ser antiguos Ángeles caídos. Cuando un Alma se vuelve tan malvada que, incluso, pierde la conexión con su propio Espíritu, necesita obtener la energía de otros seres. De ahí, los sacrificios de niños, mujeres, etc., que se producen en el Satanismo.

   A cambio de la energía que desprende la sangre de las víctimas, los oficiantes piden, a ciertas entidades oscuras infradimensionales, poder y concesiones materiales en el mundo terrenal. De ahí que, quienes dominan, hoy en día, el planeta, suelen ser servidores del Lado Oscuro. Entre ellos, muchas personas más famosas, dentro del mundo del Arte y del espectáculo. Ciertos jueces, militares, periodistas, políticos, banqueros… Poder y fama, a cambio de vender sus Almas y participar en horrendos crímenes, ocultamente y apoyándose entre sí, para mantener el engaño, públicamente.

   Cada cierto tiempo, muchos miles de años, algún gran demonio llega a un punto de saturación y hastío, y comienza su regreso hacia la Luz, con ayuda de algún nuevo maestro cristificado. Quien ha conocido a fondo el Lado Oscuro, se puede convertir en un gran Servidor de la Luz, pues conoce todos los trucos, mentiras y engaños, propios de lo Tenebroso. Igual que los Ángeles más elevados, si caen, pueden convertirse en los peores demonios, los peores demonios pueden convertirse en los Ángeles más convencidos y fieles a lo Divino.

   Un maestro de la Luz, que no haya logrado una suficiente experiencia previa sobre el Lado Oscuro, podría ser tentado y engañado, en base a aparentes buenas excusas y propósitos y pasarse al Lado Oscuro. Hay ciertas circunstancias y sed de poder, que podrían desencadenar algo así, en ciertos seres. La Psicología es muy compleja, con autoengaños muy sutiles. Hay que tener muy, muy, claro el nivel de engaño y la capacidad de falsedad persuasiva, con supuestos buenos propósitos, del Lado Oscuro. Todo ello está bien expresado en los personajes de Saruman (en el Señor de los Anillos) y Darth Vader, en Star Wars.

   Anakin Skywalker es engañado y se pasa al Lado Oscuro, porque le prometen que, así, podrá tener tanto poder que logrará evitar el sufrimiento de sus seres queridos, pero lo que consigue es todo lo contrario: provocar la muerte de su amada Padme. El Lado Oscuro es el maestro de la mentira y la falsedad. Un fraude total. Quien se pasa al Lado Oscuro es un completo insensato. La Belleza te redimirá. La Belleza, Valores, verdadera felicidad y campos magnéticos superamorosos y confortables, de los seres de Luz, es algo absolutamente incomparable, frente a los monstruos espantosos del Lado Oscuro, aunque tengan cierta capacidad de disfrazarse de lo contrario.

   El Lado Oscuro sólo te convertirá en un horrendo monstruo cada vez más horrible y espantoso, como expresó Oscar Wilde en su famoso personaje de Dorian Gray. Pueden disfrazarse, temporalmente, de seres bellos, pero es sólo un disfraz.

   La energía y los campos magnéticos son la base de todo. La Luz da Amor y Vida. El Lado Oscuro absorbe, quita y parasita. Hay que ser un necio insensato para decantarse por el Lado Oscuro y preferir los efímeros y caducos años de prometida fama y poder, en vez de todo lo sublime relativo a la fidelidad a lo divino, apostando por lo eterno, y no por lo efímero del mundo material.

   Sólo se deberían obedecer órdenes de Cristo o de un ser Cristificado.

   Sin embargo, asistimos a una sociedad en la que se obedece a muchos personajes mediocres y de baja calaña, incluso criminales, metidos en Política y disfrazados de demócratas.

    A principios del s. XXI, sorpresivamente, tuve ocasión de hablar, por teléfono, con una chica bastante joven, con una voz grave y quebrada, que empezó a contarme -mientras yo me quedaba de piedra- que había sido la sacerdotisa «de su pastor» -fallecido, entonces-, con el que practicaba sexo en los rituales y orgías que realizaban en una secta satánica que se reunía en el cementerio de Sant Boi de Llobregat, en la provincia de Barcelona. Me dijo que lograron matar a algunas personas a distancia; personas que eran obstáculo para ascensos laborales, etc. Ella tenía neumonía, y consumían cocaína. Todos los de la secta acabaron mal, según me dijo, y, pocos meses después, ella falleció, debido a dicha neumonía, según le contó su madre a un amigo.

   En los años 90, iba, con un amigo, médico, a un Congreso esotérico, de Valencia a Barcelona. Tuvimos una avería en el coche; se detuvieron un par de guardias civiles, y, aproveché para preguntarle, a uno de ellos, acerca de la existencia de sectas satánicas en la zona, y me lo confirmó, pues parece ser que abundan en la costa levantina y en las Islas Canarias, especialmente. También, en grandes capitales, como en Madrid, Barcelona, etc. También, es bastante conocido el caso de Milán, entre otras grandes ciudades europeas.

   En Internet, en redes sociales, a seres que sirven al Lado Oscuro se les ordena que, mediante falsos perfiles, generen discusiones, escriban comentarios… que traten de evitar que se sepa la verdad acerca de muchos temas. Se dedican a calumniar, mentir, tratar de desprestigiar a personas y que otras pierdan la confianza en quienes tratan de ayudar, genuinamente, a la Humanidad.

   Y muchos que, aparentemente, tratan de ayudar a la Humanidad, en Ongs, etc., son siervos del Lado Oscuro que secuestran niños para crímenes rituales y abusos, por parte de los poderosos. Todo es al revés de lo que parece ser. Así opera el Lado Oscuro, revirtiendo todo.

ATLANTIS

    Según ciertos maestros, en la Antigua Lemuria (gran continente desaparecido, situado en el Océano Pacífico), seres del Reverso Tenebroso fueron enseñando a la Humanidad la sexualidad con eyaculación y orgasmo genital, con pérdida, hacia afuera y hacia abajo de las energías sexuales, que es la que predomina actualmente y que originó la creación y fortalecimiento del Ego, con esas energías polarizadas negativamente. El mito de Adán y Eva, se referiría a aquel proceso, simbolizado con el mordisco de la manzana y la expulsión del Paraíso.

   En sintonía con tradiciones hindúes, los antiguos griegos hablaban de 4 eras o períodos en cada Humanidad, ya fuese en Lemuria, Atlántida y posteriormente: Edad de Oro, donde no hay ego, ni hay Historia, pues no hay guerras, infidelidades, invasiones ni monstruosidades que relatar; Edad de Plata, donde la Humanidad correspondiente comienza a degenerar; la Edad de Bronce, donde la degeneración avanza y la Edad de Hierro -en la que nos hallamos-, donde el Reverso Tenebroso tiene un gran control sobre el planeta, manipulándolo todo y engañando a la mayoría de las personas.

   Cuando Schlieman descubrió las primeras ruinas de Troya, encontró una inscripción: «Para el Rey Cronos, de la Atlántida». Esa Atlántida de la que habló Platón, dejó, en el subconsciente colectivo, un temor a adentrarse excesivamente por el Océano Atlántico. Nada surge de la nada, así porque sí, sin una base. El mito de la Atlántida no pudo surgir de la nada, sin un fundamento real. Toda civilización acaba decayendo y degenerando. Parece ser que, al final de la Atlántida, se extendieron prácticas y rituales de magia negra, con sacrificios humanos, y en los que las sacerdotisas oscuras, lunares, tuvieron mucha preeminencia, en una época de dominio del Matriarcado. Textos antiguos hindúes e impactantes novelas como “La Sacerdotisa del Mar”, de Mabel Collins, apuntan en ese sentido.

   Posteriormente, se sucedieron diversos cataclismos, que acabaron con tal civilización, pero hubo grupos de seres que servían a la Luz que escaparon hacia Egipto y Asia Central. También, parece ser, y coincidiendo con alguna experiencia extracorpórea que he tenido, que ciertos seres servidores del Reverso tenebroso, supervivientes de la Atlántida o que ya moraban allí, en época atlante, se establecieron o perpetuaron en zonas como lo que hoy es Bélgica. Curiosamente, Bélgica es un país en el que ha habido muchos casos de desapariciones de niños, y han acontecido sucesos terribles. No es de extrañar, pues, que la sede del Parlamento europeo y otras instituciones estén enclavadas en tal país, dado que vivimos en un Sistema dominado, en última instancia, por entes oscuros -por sus frutos los conoceréis-, y este mundo está plagado de guerras, sufrimiento e injusticia social.

   La pervivencia del euskera, de origen incierto, y el matriarcado existente en el País Vasco, que, posiblemente, fuese limítrofe con la antigua Atlántida, son reminiscencias que pueden dar certeza a lo antedicho.

   En el inconsciente colectivo quedó impreso un sentimiento de pavor a internarse en las honduras del Océano atlántico, tras el hundimiento de la Atlántida, y se gestaron leyendas de monstruos marinos, las cuales cercenaron los ímpetus exploradores de los navegantes. Es muy posible, que, en el inconsciente colectivo de los pueblos europeos quedase, también, ese temor al poder letal de aquellas sacerdotisas tenebrosas de la época final de decadencia moral atlante, y se instalase un miedo a lo femenino, de modo que se tratase de impedir que las mujeres adquiriesen cierta relevancia. El hecho de que, físicamente, suelan ser más fuertes los hombres que las mujeres, en un mundo en el que el poder lo alcanzaban quienes tenían más destreza en el manejo de las armas junto con más altura y dimensiones físicas, durante muchos siglos, propició, considerablemente, la opresión secular ejercida hacia las mujeres, que eran consideradas botín de guerra, y, consecuentemente violadas, comúnmente, tras invasiones y batallas.

    En ciertas épocas y lugares de la Antigüedad, sin embargo, los dioses y las diosas se consideraban de igual categoría, y lo femenino, en su aspecto divino, era ensalzado y valorado.

   Con 16 años, leí un libro que tenía mi madre, donde se relataba la existencia de un coronel (un bisnieto suyo, en Youtube, afirmaba que no era coronel, ni militar) inglés, que vivió en la India, durante el período de dominación británico, a finales del siglo XIX: el coronel James Churchward. Mencionó que había conocido a un sabio hindú que era uno de los últimos representantes de una hermandad y que le mostró unas tablillas de barro, con unas extrañas inscripciones, en que se hablaba de la Lemuria. Parece ser que se encontraron tablillas similares, en México.

   -Una noche, me dormí repitiendo, a modo de mantra, el nombre y apellido de una mujer sevillana, que sólo conocí por teléfono, para ver si obtenía alguna información en sueños, acerca de ella. Fuera del cuerpo físico, vi un austero claustro, en la antigua Atlántida. Esa mujer, caminaba, por el mismo, junto con otra, y entraron en una especie de capilla, para adorar a una diosa atlante.   

   Curiosamente, tenían, en la cabeza, unos tocados con dos protuberancias gemelas, semicirculares, parecidas a las de ciertas mujeres de los indios hopi. Cuando, años más tarde, vi que el personaje de la princesa Amida, en la saga de Star Wars, llevaba un tocado similar, quedé sorprendido.

   Ambas mujeres eran como sacerdotisas o monjas. De pronto, cuando ellas estaban arrodilladas, escuché una voz que decía: “Thar, la vieja Hechicera”, que era la diosa a la que adoraban. Esa misteriosa voz se refería, seguramente, a la Diosa Tara, que debió ser una de las diosas atlantes. Hay ciudades con el nombre de Tara, en Irlanda, India…, muy seguramente, con un origen vinculado a tal diosa y a la Atlántida.

   Cuando se lo conté a la mujer sevillana, me dijo que, tiempo atrás, había ido a que le hiciesen una sesión de terapia regresiva y que vio cómo había sido una antigua sacerdotisa en Irlanda. Irlanda se halla cerca de donde debió estar situada la Atlántida. Recurrentemente, ya que suelen repetirse intereses y ocupaciones, en diversas reencarnaciones, igual que pudo ser una sacerdotisa atlante, lo pudo ser, posteriormente, en otra reencarnación, en Irlanda, lo cual apunta en la misma línea, de manera que, seguramente, fue cierto, todo ello.

VARIOS SUEÑOS LÚCIDOS Y EXPERIENCIAS DE “VIAJE ASTRAL” CONSCIENTE,  QUE PUEDEN RESULTAR ILUSTRATIVOS ACERCA DE CIERTOS TEMAS

   -Una noche, me dormí con un pequeño cristal de corindón en la mano, con forma de prisma hexagonal. Soñé que estaba en la parte superior de un antiguo valle, en ligera pendiente, sin árboles, hace miles de años, y, a 200 o 300 metros, divisé unos mamuts, con pelaje de color castaño oscuro, sobre los que estaban sentados unos humanos primitivos, vestidos con pieles y portando lanzas. La sensación que tuve no era positiva, como si estuviesen vinculados al Lado Oscuro o algo así. Deduje que esa piedra, de gran dureza, podría tener una gran antigüedad y que podía haber sido testigo de esas imágenes. Quizás perteneció a algún humano de hace bastantes miles de años. Dicen que las piedras guardan memorias de hechos pasados, especialmente, cristales.

   -Una tarde, dormí, un rato, la siesta. Antes de dormir, se me ocurrió acariciar, suavemente, un pequeño cristal de topacio. Soñé, luego, con un par de hadas diminutas, que, seguramente, serían los elementales de dicho cristal. Hay maestros que han afirmado que hadas, gnomos y otros seres de leyendas tradicionales, son las Almas de cristales, plantas, árboles, animales…

   -Dormido, una noche, me di cuenta de que estaba fuera del cuerpo físico, en el mundo astral. Les dije, a unas personas, que estábamos en el mundo astral. Entonces, me acordé del cuerpo físico y me tuve que agarrar a un arbusto, para no ser arrastrado por una especie de fuerza que intentaba hacerme volver hacia mi cuerpo terrenal, que dormía en la cama, y despertarme. Tras unos segundos, dejé de percibir esa fuerza y me pude soltar. Fuera del cuerpo físico, en cuanto pensamos en él, regresamos inmediatamente, con el consiguiente fin de la experiencia de “viaje astral” correspondiente.

   Después de soltarme del arbusto, vi, entonces, lo que denominan “cordón de planta”, una especie de fino cordón electromagnético que es lo que mantiene conectada al Alma con el cuerpo físico, mientras estamos vivos. Fue la única vez que lo he visto. Parece ser que, cuando alguien fallece, es porque un tipo de Ángeles, los “Ángeles de la Muerte”, cortan ese cordón de plata, lo cual es su cometido. A veces, hay personas, que, antes de morir, ven a un “Ángel de la Muerte”. Son ángeles que adoptan ese aspecto, y que están asociados a la energía del planeta Saturno, cuyo color vinculado es el negro.

   -Otra noche, tuve un sueño vívido. Nunca he estado en Oviedo, pero soñé que estaba en dicha ciudad, al lado de una antigua iglesia, junto a cuya cara norte había un pequeño cementerio exterior y un área con césped, frente a la fachada principal. Estaba un poco adentrado en la zona norte del exterior de la iglesia y, de pronto, empezaron a acercarse, hacia mí, un grupo de seres que tenían un mismo color marronáceo, más o menos claro, desde la cabeza a los pies. Cada uno iba ataviado con ropa de diversas épocas. El que vestía ropas más antiguas llevaba un sombrero triangular propio del siglo XVIII. Se iban acercando muy despacio y, antes de que se acercaran demasiado, alguien vino por detrás y me dijo que me apartara, ya que eran muy pegajosos y que, si te tocaban, no podías deshacerte fácilmente de ellos. Sentí que tenía razón y me alejé. Seguramente eran expersonalidades de difuntos.

   -En otra ocasión, tuve un sueño lúcido en que me hallaba en Lorca. Un Ángel me llevó junto a una tumba de piedra labrada, en una cueva, de un caballero medieval, que había sido yo, en otra vida. Nunca había visto imágenes de Lorca y resulta que es muy parecido a lo que vi en el sueño, con cuevas en la colina del castillo.

. -Una tarde, volví a casa, después de haber cogido prestados algunos CDs, de una biblioteca. Uno de ellos era un CD con canto difónico interpretado por personas de la República Tuva. No sabía, hasta entonces, que la República Tuva era una pequeña república soviética, lindante con Mongolia. Me puse a escuchar el CD. Poco más tarde, cuando me dormí, tuve un sueño en que me di cuenta que estaba fuera del cuerpo físico y aparecí en Asia Central. Seguramente, en la República Tuva, pero en la cuarta o quinta dimensión. Cerca de una bella ciudad, había algunas aves sorprendentes y observe, ovejas planeando, ya que, en las dimensiones más sutiles, no existe ley de la gravedad.

   Había una pequeña ciudad, muy bella, con una buena cantidad de edificios con cúpulas doradas. Las mujeres eran muy morenas, con cabellos muy largos y grandes pendientes de aro. Se divisaba una gran montaña, de cima amplia y plana, que me fascinaba.

   Me encontré, en la ciudad, con un curioso y sabio personaje, relativamente joven, que tenía un gorro de forma troncocónica. Me enseñó unos ejercicios de giro de cuello. Le pregunté por el nombre de la montaña y cómo podía hacer para que no se me olvidase, cuando me despertase. Me dijo que la montaña se denominaba: Mayaat Ulaan o Mayat Ulaan.

   Me desperté y recordé el nombre. Lo apunté. Estuve buscando información en Internet y no vi ninguna ciudad que, ni remotamente, se acercase a la belleza de aquella ciudad de la cuarta dimensión. Lo cual no es de extrañar en esta civilización decadente.

   Curiosamente, el término Ulaan, coincide con el de la capital de Mongolia. En Finlandia, también, hay una tendencia a repetir las vocales y es posible que eso sea una reminiscencia de un antiguo lenguaje, que pudo ser común en el norte de Eurasia, etc., en tiempos remotos.

   De igual modo, el canto difónico, que, sobre todo, se ha conservado en la República Tuva, y en el Tibet, seguramente, ancestralmente, debió estar bastante más difundido a lo largo del planeta.

EXPERIENCIAS CON DIOS PADRE

   -Cuando comencé a moverme por Internet, en ordenadores de una sala pública, observé un vídeo de un gran artista: Daniel Holeman, constituido por una secuencia de pinturas esotéricas con un espacio oscuro en el centro que hacían sentir que uno viajaba hacia el interior del Universo, como por una especie de túnel rodeado de bellos colores y formas. Fue impactante.

   A la noche, me vi sobre el hombro izquierdo de una estatua gigante, viva, de Dios, como anciano, o Kether de la Kábalah. Su expresión se parecía un poco a la famosa imagen de Dios que representó Miguel Ángel en el techo de la Capilla Sixtina, pero la sensación que transmitía no ha podido nunca ser expresada en Arte, ya que emanaba una Bondad llena de tremendo poder, incomprensible para la mentalidad humana. De pronto, había como una columna que separaba el hombro izquierdo –donde yo me encontraba- de su rostro. Me asomé un poco y tuve que echarme hacia atrás, para protegerme tras la columna, debido a la enorme fuerza del viento, o Soplo divino. Dios, en su aspecto de Kether, estaba soplando continuamente. Curiosamente, en diversas culturas identifican el Espíritu con el Viento, y Cristo daba vida a los seres muertos con un soplo. El Soplo de Dios es lo que da vida a la Creación. Se supone que cuando deja de soplar y aspira, entonces termina un Mahanvantara o Día Cósmico y empieza un Mahapralaya.

   En muchas culturas, se ha denominado a Dios con términos asociados al Hálito. El Verbo y el Hálito han sido relacionados con el origen de la Creación.

   Cuando escuché una conferencia en que se decía: Dios Padre (soplo), Dios Hijo (sangre) y Dios Espíritu Santo (Semen, transmutado). Todo eso, coincidía con mis experiencias. Es cierto. Cristo está vinculado con la energía de la sangre, como experimenté, y como experimentó Santa Catalina de Siena. El Espíritu Santo está directamente asociado con la transmutación sexual y la elevación de las energías resultantes, hacia la cabeza y el corazón. Es la clave de la Vida, de la Salud y de la Espiritualidad.

   El uso incorrecto de las energías sexuales, es la base de muchas patologías y desequilibrios psíquicos.

    -Otra noche, tras ver, de nuevo, el vídeo de Daniel Holeman, aparecí en medio del espacio exterior, en medio del Universo, no sé en qué dimensión. Todo estaba oscuro y vacío. Vi que se abría como una gran ventana rectangular, y, a través, de la misma, sólo se veía más de lo mismo: negrura espacial.

   Sentí, sin atravesarla, pero, como si una parte de mí sí lo hiciese, lo que se percibía más allá, que era una dimensión donde ya no existen formas. Cierta angustia se apoderó de mí, ya que me resultaba duro renunciar a las imágenes bellas de las entidades divinas femeninas, de las flores, aves… No me sentía preparado para vivir en una dimensión sin formas.

   -En otra ocasión, tuve un sueño muy lúcido y que da mucho que pensar. ¿Hasta qué punto puede tener cierto grado de realidad, o de realidad simbólica, lo que percibí? No deja de ser un misterio. Me vi en nuestro Universo, en medio de la oscuridad del infinito, y, poco a poco, como que comenzaba a verlo en su conjunto; como si me estuviese desplazando hacia atrás, para tener más perspectiva. Y, más allá del mismo, empecé a observar a un gigantesco, sonriente, barbudo anciano, ataviado con ropa, con tirantes, y un sombrero, todo ello, como de jardinero, en un inmenso espacio luminoso, sobre un tractor; e iba girando el volante, con sus dos manos. El volante era nuestro Universo. Era llamativo el contraste entre la oscuridad de nuestro Universo, respecto a la luminosidad de espacio que había más allá. ¿Hasta qué grado puede ser así? ¡Quién sabe! Al menos, a tener en cuenta, por si acaso.

   -Una tarde, se me ocurrió ponerme a pronunciar Geburah, con una técnica cabalística que leí en un libro: Sin respirar, se mueven los labios y la garganta, como si se dijese, en este caso, Geburah. Sorpresivamente, comenzó a moverse, solo, sin que mi voluntad interviniese para nada, uno de mis brazos; no recuerdo cuál, pero creo que el izquierdo. Cada parte del cuerpo está asociada a un sephirote kabalístico. Miré en Internet e, increíblemente, el brazo de ese lado era la parte del cuerpo humano correspondiente a Geburah.

EXPERIENCIA CON MI MADRE DIVINA, COMO DOLOROSA.

   Una noche, tuve una experiencia astral que me la provocó un sonido del ordenador, que se quedó encendido, o de la vibración de uno de los discos duros externos, y sentí, mientras salía del cuerpo terrenal, que era la vibración de esa nota la que me estaba ayudando a salir, conscientemente, del mismo, mientras éste quedaba dormido en la cama.

   Dentro de la experiencia astral, le comenté, a una persona, lo que me había acontecido, y le dije que tocase, con una flauta, diversos tonos, con el propósito de identificar cuál era el que me había facilitado tal experiencia astral consciente.

   Deduje que era la nota Do, pero, luego, cuando me desperté, dudé si, en esa parte en la que dije que era la nota Do, fue una afirmación objetiva o subjetiva.

   Unos días después, creé varias notas do en diversas octavas; las mezclé, y añadí frecuencias theta con el programa informático Cool Edit pro. No sé si fue lo que activó alguna zona del cerebro, o fueron los otros sonidos que creé haciendo ruidos, con el micrófono, con la boca y la lengua imitando sonidos de agua, y que fui modificando con diversos efectos, los que me pudieron provocar la experiencia que tuve después.

   A la noche de ese fin de semana, tuve una experiencia astral increíble, después de haber escuchado, con los auriculares, los sonidos que hice con el programa Cool Edit Pro. Estaba fuera del cuerpo, tumbado, en mi cama, en la oscuridad de la habitación. Creí que ya me había despertado, pero no, con la cabeza girada hacia mi izquierda. Me llevé una gran impresión. Algo Superimpactante y superreal. La vi a Ella, Supervívida y Superreal, vestida de Dolorosa, con una túnica negra, a la izquierda de mi cama. Era alta y muy bella.

   Se asomaban, muy ligeramente, sus cabellos rubios, bajo el tocado de su atuendo de Dolorosa. Su clara tez, destacaba, por su tenue luz, en la oscuridad.

   Su cabeza estaba ligeramente inclinada hacia su corazón, hacia su izquierda, y me miraba, en silencio, con una expresión de inmenso Amor tal, que, jamás, ni de lejos, he visto algo así, ni en ninguna persona, ni en ninguna obra de arte. Algo imposible que pudiera ser fantaseado por la limitada mente humana, porque trascendía toda su capacidad imaginativa, al no tener nada, en el pasado, respecto al mundo conocido, en lo que basarse. La mente egoica sólo puede crear en base a los límites de lo que conoce. Y ciertos aspectos de lo trascendente escapa, con creces, a su comprensión y capacidad de engaño.

   Me desperté, poco después, ya, de verdad, en esa misma postura, en la cama, pero no la vi, puesto que se podía contemplar, sólo, desde otra dimensión más sutil.

   Esa sensación maravillosa de saber que Ella está ahí, cuidándome y protegiéndome, y que las emociones místicas que siento, a veces, seguramente, es Ella la que me las provoca, me acompañó los siguientes días.

   Ella es lo más Maravilloso que existe. Todos tenemos nuestra Madre Divina Interior, la parte femenina de nuestro Espíritu. Bendita sea por siempre, Nuestra Señora. La Virgen María fue una persona de alto nivel espiritual que representa a Nuestra Virgen interior particular.

   Diversas divinidades femeninas de la Antigüedad simbolizan a la Madre Divina interior y a la Madre Divina Cósmica. Algunas de ellas, sin embargo, aluden a su Reverso Tenebroso.

   Hay pinturas y esculturas maravillosas de Nuestra Señora, que se han creado a lo largo de la Historia, pero todas se quedan muy pobres en comparación con verla en Realidad. Se dice, a nivel esotérico, que Ella es la Madre de las formas y puede aparecerse en la forma que Ella considere.

   Aún podría aparecerse con muchísima mayor Luz y magnificencia de cómo se me apareció, en la cuarta dimensión.

   Dicen que los seres divinos pueden graduar la intensidad de su Luz, para poder ser percibidos en la Belleza formal que adopten, sin deslumbrar con su enorme resplandor real.

   La vida, y todo, parece muy distinta, después de contemplarla tan vívidamente. Los seres humanos parecemos tan poca cosa a su lado. Ella es el Amor de Verdad, al igual que sucede con nuestro Cristo Interior.

   ¿Por qué se me apareció con la imagen de la Dolorosa?

   Sentí una profunda emoción mística, y su recuerdo es de lo más espiritualmente inspirador que he experimentado.

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   No sé si no debería contar algunas de estas experiencias, pero considero que son un testimonio necesario e ilustrativo, en estos tiempos, y que se trata de fomentar el que se intente tener este tipo de experiencias, dando a conocer los métodos que me permitieron vivenciarlas.

   Vivimos en un mundo de mentiras, en todos los niveles y es duro asimilarlo y aceptarlo. De poco vale creer o no creer, sino que es necesario cambiar de mentalidad para descorrer los velos del engaño, motivar a tener experiencias propias y, así, en base a certezas acerca de la Realidad subyacente, cambiar, a mejor, esta Humanidad, al polarizarse con lo Divino.

   Una vez, en mi juventud, me sentía tan rebelde que no quería ni servir a Dios, ni a las jerarquías infernales. Pero, me di cuenta de que no tenía más remedio que elegir. Como amante de lo Bello y Sublime, me decanté, definitivamente, por servir a las Jerarquías divinas, y no a lo horrenda y espantosamente infernal.

   Sólo una persona que, alguna vez en su vida, se haya llegado a realizar tal planteamiento, y, como yo, se haya decantado, sin ya atisbo de duda, hacia la Luz, me resulta de cierta confianza, pues no se está autoengañando en ese sentido, y su convicción es firme y resuelta, en aras de contribuir a traer el Cielo a la Tierra y actuar conforme a las Leyes Divinas. Lo cual no es óbice para que pueda tener alguna puntual objeción y plantearse algún interrogante, respecto a algún aspecto de la Creación.

   Nunca os creáis las versiones oficiales y ortodoxas sobre nada. Intentad investigar y comprobar por vosotros mismos aquello que esté en vuestra mano poder verificar. La lucha entre las Fuerzas de la Luz y las de las Tinieblas es una realidad en varias dimensiones. En estos tiempos, que los antiguos griegos denominaban: “Edad de Hierro” y los hindúes: “Kali Yuga”, las Tinieblas son las que tienen más poder. Éstas pueden influir también en la mente humana desde otras dimensiones.

   Si, en el mundo, todo va tan mal, si hay tantos millones de seres humanos que empobrecen, enferman y mueren cada día, es porque los “malos” son los que gobiernan realmente en el planeta. Hay suficiente inteligencia y medios en esta Humanidad como para que cada ser humano de la Tierra pudiese vivir con cierta prosperidad. Llevan décadas planeando un progresivo establecimiento de un tiránico Gobierno Mundial o NWO. Si la ciudadanía no lo comprende y no se opone, nos irán recortando cada vez más libertades. Con la Crisis económica que han creado, están logrando esclavizar con impuestos abusivos a gran parte de la población mundial. Casi todo el dinero de los impuestos va a sus bolsillos, etc., etc., etc.

   “Estamos al borde de una transformación global. Todo lo que necesitamos es la indicada Crisis Mayor y las naciones aceptarán el Nuevo Orden Mundial”. David Rockefeller.

   “Si quieren seguir siendo esclavos de los banqueros y pagar por el costo de su propia esclavitud, permítanles continuar creando el dinero y controlando el crédito de la nación.” Sir Josiah Stamp (1880-1941).

   “Tendremos un Nuevo Orden Mundial, te guste o no te guste, por conquista o consentimiento”. James Warburg. 1950.

   Creo que ciertas facciones del poder, están tratando de provocar que ciertas profecías antiguas se cumplan, forzada y artificialmente, creando un escenario apocalíptico que, supuestamente, favorezca la venida del Mesías, del Mahdi…